El presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, llamó al Gobierno de la República de Cuba a "escuchar" a los manifestantes que exigen el fin de la "represión" y la “pobreza”.

"Estamos con el pueblo cubano y su claro llamado a la libertad y al rescate de las trágicas garras de la pandemia y de las décadas de represión y sufrimiento económico al que han sido sometidos por el régimen autoritario de Cuba", marcó Biden en un comunicado publicado desde la Casa Blanca.

El texto marca además que "Estados Unidos pide al régimen cubano que, en lugar de enriquecerse, escuche a su pueblo y atienda sus necesidades en este momento vital".

El Gobierno cubano acusa a Washington de estar detrás de las inéditas protestas registradas ayer en la isla.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, afirmó esta mañana que las sanciones económicas de Estados Unidos son la causa de la agitación, calificándolas de "política de asfixia económica para provocar estallidos sociales en el país".

Lo cierto es que el Gobierno de Biden, más centrado en los problemas internos, como la lucha contra coronavirus y la aprobación de leyes sobre infraestructuras, al tiempo que se retira de Afganistán tras 20 años de guerra, ha ignorado Cuba hasta ahora.

Sin embargo, la isla tiene una importancia creciente en la política estadounidense. La fuerte presencia de cubanos y de cubanoestadounidenses en Florida, uno de los estados clave para conseguir la Presidencia, tiene mucho peso en las elecciones.

El domingo, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, advirtió a Cuba contra la represión de los manifestantes.

"Estados Unidos apoya la libertad de expresión y reunión en Cuba, y condenaría fuertemente cualquier uso de violencia contra manifestantes pacíficos que están ejerciendo sus derechos universales", marcó desde sus redes sociales.

Miles de personas marcharon por las calles de varias ciudades de la República de Cuba, en el marco de una protesta contra el Gobierno. Como respuesta, el presidente, Miguel Díaz-Canel, reaccionó convocando a los simpatizantes oficialistas a defender su gestión "en todos los lugares".

La primera marcha en cuestión se registró en San Antonio de los Baños, una ciudad próxima a La Habana, en tanto que las protestas se replicaron en al menos otras seis ciudades, así como frente a las embajadas cubanas en Buenos Aires y Montevideo.