Meng Wanzhou, directora financiera e hija del fundador de Huawei fue detenida el sábado en Canadá, al mismo tiempo que el presidente asiático Xi Jinping y su par estadounidense, Donald Trump, acordaban poner freno a la guerra comercial entre ambos países.
Huawei es una empresa de importancia vital para China, ya que es la compañía líder en el desarrollo de la tecnología de comunicaciones 5G.
Países como Nueva Zelanda, Australia y Japón comenzaron a impedir la utilización de equipos de esta empresa para el desarrollo de ese tipo de tecnología por miedo a que el gobierno de Jinping lo utilice para espiarlos.
Es tanto el recelo y el temor que Trump prohibió que cualquier integrante de su gobierno tenga un celular de marca Huawei. Así y todo la empresa china desbandó a Apple como la segunda fabricante mundial de telefónos inteligentes.
El motivo de la detención, cuando Wanzhou cambiaba de avión en Vancouver, es que la empresa habría intentado evadir las sanciones norteamericanas a Irán, al querer comercializar productos estadounidenses con el país persa.
"Detener a alguien sin dar una razón clara es una violación obvia de los derechos humanos", expresó Geng Shuang, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino.
Esa misma cartera se encargó de presentar pruebas para justificar que ni Canadá ni Estados Unidos tienen pruebas para la detención de la directiva.
Desde los medios nacionales consideran que el país norteamericano detuvo a Wanzhou para frenar el ascenso chino en materia de tecnología.
"El Gobierno chino debería reflexionar seriamente sobre la tendencia de Estados Unidos a abusar de los procedimientos legales para eliminar a las empresas de alta tecnología de China", escribió Global Times.
A pesar del enojo que pueda suscitar la detención en el gobierno de Jinping, el acuerdo de conversaciones por 30 días para reducir la tensión comercial continuarán según lo estipulado en la conversación en Buenos Aires