Hernán Cattaneo nació en el barrio porteño de Caballito, el 4 de marzo de 1965. Hoy, a sus 56 años, es uno de los DJs más reconocidos de Argentina y también el mundo. Además, es el nuevo invitado de Caja Negra, el ciclo de entrevistas de Filo.News conducido por Julio Leiva.

Desde pequeño mostró interés en la música y juntaba equipos de audio con amigos para poner música y jugar. "Éramos menores entonces nunca habíamos visto un profesional. Un día fui a una fiesta que había en el colegio San Silvano de Caballito y, por primera vez, ese día lo vi":

"Un tipo, probablemente Alejandro, tendría 23 años, pero para mí era un tipo grande, fachero, con cantidad de discos y todo. Y yo me volví loco porque era como la versión de la NASA de lo que nosotros hacíamos. A partir de ahí, cada vez que trataba de ir a una fiesta para ir a ver quién al DJ y quedarme viendo y aprendiendo", recuerda Hernán.

"Éramos una camada de de chicos que nos gustaba la música electrónica y la música hecha con máquinas que en ese momento todavía no era muy aceptada. Hoy los chicos, por un lado, parten con ese terreno ya ganado, esa batalla ya conquistada. Pero a su vez Internet y la comunicación y el mundo global. Porque antes hacen música para Argentina, se hace música. Hoy día un chico que es musicó hace música para todo el mundo. Eso hace que estás en un mar de competencia y de diferentes culturas que hace que sea mucho más difícil. Y por otro lado, ha sucedido mucho que antes vos tenías mucho más tiempo".

Y analiza: "Si a mí me hubieran medido por el éxito que tuve en los '80, hubiera sido muy, muy mediocre. Empecé a tener éxito más tarde, a fines de los 90's, principio de 2000. Tuve suerte de que mi carrera fue muy lenta, eso hace que la gente no se canse de vos".

Poco tiempo atrás el productor lanzó su libro "El sueño del DJ" en el que menciona muchísimas anécdotas ocurridas a lo largo de su carrera, alguna de las cuales recordó en el living de Caja Negra.

"Madonna vino en el '93 a tocar a Argentina. Al día siguiente de su show ella quería salir y le dijeron que podían abrir Pachá. Ella dijo que quería escuchar música house. Si bien yo no era el único, se ve que alguien le dijo que yo podía. Entonces me empezaron a buscar a mí para que fuera. En esa época no había teléfonos celulares,y yo me había ido al cine. Cuando volví a mi casa tenía como 40 mensajes", rememora.

Otra de ellas incluye al dúo británico The Chemical Brothers, después de quienes se presentó durante un festival por voluntad de ellos y donde conquistó a Paul Oakenfold, colega londinense.

"La cosa es que ellos quisieron sí o sí tocar temprano. Y en esos casos el headliner manda. Entonces tocan ellos primero. Después iba yo. Hubiera sido medio ridículo que yo intentara decir 'bueno, ahora voy a romper todo después de los Chemical para lucirme'. Sí, ya te digo, no había lugar. La cosa es que yo no sabía que Paul estaba ahí escuchando todo y cuando terminó vino me agradeció. Me dijo que no se iba a olvidar ese gesto. Y yo tampoco sabía que él estaba por empezar una gira mundial donde estaba buscando a alguien que abra la gira. Cuando terminó y él me felicitó, yo me fui feliz y me acordé de que les conté a mis amigos".

En su libro también menciona una escena en la que, a sus 6 años, se encuentra escuchando "The Dark Side Of The Moon", el icónico disco de Pink Floyd. Sobre eso cuenta: "El rock de canciones largas y muy voladoras de Pink Floyd me atrapó por completo. El ambiente que generaba me marcó por el resto de mi vida".

Y aventura: "Pink Floyd fue una banda de rock pero había muchísima electrónica ahí adentro. Ellos grababan en Abbey Road con Alan Parsons, que uno de los pioneros en la ingeniería electrónica, y él tuvo muchísimo que ver en esas grabaciones. Después de ahí empezaron a haber más discos electrónicos. Es decir, no quiero decir una herejía contra los rockeros que se puedan enojar. Que yo diga que Pink Floyd era una banda pionera de la electrónica, pero en muchos sentidos lo era. Entonces, quizás no en lo musical, pero sí en la parte técnica, en cómo grababan, en cosas que hacían con los efectos. Me marcó muchísimo, a mí y a toda la industria, porque empezó a generar un montón denominadores comunes":

Tomando esto como base, define géneros en la electrónica: "Hay un tecno muy duro que sería como la versión metalera de la electrónica y hay uno que se llama out progresivo, que es la versión más voladora como sería Pink Floyd, que es lo que hago yo. Y por lo general de la misma forma que al metalero lo aburre Pink Floyd y al tecno muy duro lo aburre Cattaneo digamos, pero tiene sentido":

La ¿eterna? confrontación entre el rock y la electrónica dio lugar a otra anécdota:

"Vos en inglés decís 'play the guitar' como Pappo y 'play record' como yo. Entonces: tocar la guitarra, tocar un disco. Pero cuando uno dice que toca un disco no está haciendo lo mismo que Pappo, que fue al conservatorio o se conoce o se pasó 40 años aprendiendo a tocar la guitarra. Fue un malentendido más que otra cosa", opina sobre el memorable cruce entre Norberto Pappo Napolitano y Ezequiel Smuszkowiez, (DJ Deró).

"No hay ningún DJ serio que se quiera hacer pasar por músico. Es como decir 'No, yo en realidad no soy músico, pero voy a decir que toco. así piensan que soy como Pappo' y eso es lo que le molestaba a Pappo. Pero no pasaba eso. Ningún DJ se siente guitarrista cuando está poniendo música. Obviamente que eso marcó porque al día de hoy te lo dicen. Yo a veces lo veo en posts de Instagram y tenés un montón de gente diciendo 'uh qué bueno' y uno a veces 'buscate un laburo'".

Otro de los momentos que, lamentablemente, marcó la historia de la música electrónica argentina fue la tragedia de la Time Warp, a la que Hernán catalogó como "una bomba nuclear".

"Había que olvidarse de hacer cualquier cosa en Argentina porque era imposible. El efecto que eso generó fue tremendo, porque, como pasa en casi todas las veces, hay tanta desinformación que vos veías periodistas diciendo que la música está hecha para que se venda droga en las fiestas. Acusaban a todo el que estuviera cerca de la música electrónica de ser un poco menos que un narcotraficante".

"A partir de ahí fue que me empecé a juntar con mi manager y empezamos a decir 'bueno, ok, vamos a tratar de hacer algo para dar vuelta un poco esto'. A mí me me ponía muy molesto que le echaban la culpa a la música. Y para mí la música no tenía nada que ver. Para mí lo que estaba mal es cómo se hacen muchas cosas en Argentina". 

Allí surgió la idea de llevar la música electrónica al Teatro Colón: "Como la música para mí no tenía nada que ver, dije 'bueno, ok, para mí lo que les molesta es el entorno, no la música'. Entonces vamos a ponerla en un entorno que el establishment respeten. Vamos a llevar la música que ellos dicen que es el diablo a un lugar que ellos respeten y vas a saber que ahí la música no va a tener ningún problema. Nos salió buenísimo, también nos salió mal y estaba de vuelta viviendo en Europa". 

Y como dato final agrega: "Si ves ahora hay un documental en Netflix de todo esto y ves que tengo seis kilos menos que ahora porque espero de angustia, era humano".

¿Cuál es el momento que convirtió a Hernán Cattaneo en quien hoy es? "Tenés 2 ó 3 más o menos. Los tres hitos que me transformaron fueron la política, Oxford y conocer a mi mujer".

Hacia el final de la entrevista se abre la caja. Comienza un desafío inesperado. Semana a semana una figura se someterá al living para dialogar y reflexionar. Y vos, ¿te animás a recordar qué momento hizo un click en tu vida?