Bajo un mensaje de unidad, el dirigente conservador Guillermo Lasso se convirtió en el nuevo presidente de Ecuador. El flamante mandatario asume con un Congreso fracturado y con el objetivo de acelerar el proceso de vacunación, en un país que registra más de 419.000 casos confirmados de coronavirus y 20.000 fallecidos.

"Las causas del Gobierno Del Encuentro serán las causas de la gente. Que la voluntad del Gobierno, será la voluntad del pueblo, movido por los mismos objetivos y las mismas esperanzas", expresó el sucesor de Lenín Moreno.

Lasso llega a la presidencia tras superar por 4,72 puntos porcentuales a Andrés Arauz, el candidato del ex presidente Rafael Correa.

Tras una década de inestabilidad institucional (1997-2007), en la que Ecuador tuvo siete presidentes -tres de ellos derrocados- y de la era correísta, Lasso es el primer derechista en ser electo.

Para su gestión de cuatro años promete un "Gobierno del encuentro" que buscará superar la polarización entre el correísmo y el anticorreísmo, y una encarnizada lucha contra la corrupción.

Además, propone la reducción de impuestos, la inversión extranjera, y el petróleo y la minería como motores económicos, y recomponer la imagen de Ecuador ante el sistema internacional.