Fue a renovar el registro como cualquier ciudadano. Sin embargo, un simple trámite terminó siendo un calvario. Maru Monj, tal como figura en su perfil de Facebook, relató en esa red social la espantosa experiencia.
"Fui a renovar la licencia de conducir a la oficina de la Dirección General de Licencias para Conducir, en Viamonte 1461, CABA", comenzó el escrito. Luego de presentar papeles y someterse a los exámenes auditivos, visuales y psicológicos, le faltaba un último paso para finalizar el trámite.
Según cuenta, el último box era de “Médico Clínico”. Allí, cuando ingresó y se encontró dos hombres de aproximadamente 80 años cada uno, empezó el calvario. Monj describió el misógino diálogo que mantuvo con los médicos, quienes llegaron a decirle: "lo único que le falta a usted es una minifalda, una pollera, para mostrar lo que tiene".
El acoso verbal siguió durante varios minutos. De hecho, ante su pregunta sobre si le iban a tomar la presión, le contestaron: "¿Quiere que le tomemos la presión? Vuelva a entrar y desnúdese".
Por último, luego de hablar con su novio y su madre, denunció: "No tengo el nombre de estos “médicos", pero sé que trabajan en una oficina del Gobierno de la Ciudad en VIAMONTE 1461/5 SUBSUELO, que amparados en su ser-macho y engrandecidos por su poder médico hegemónico, me hicieron pasar un momento que no deseo para ninguna MUJER"