El papa Francisco está en Chile en su sexta visita diplómatica a Latinoamérica y, luego de aterrizar el 15 de enero, se dirigió al día siguiente al Palacio de la Moneda para un encuentro con autoridades y dirigentes políticos.
Allí el Sumo Pontifice se destacó con su pedido de perdón por los abusos de ministros de la Iglesia católica chilena. "Siento dolor y vergüenza por el daño irreparable causado a los niños", dijo.
En un discurso que pasó desapercibido, el papa instó a los gobernantes a cuidar a los pueblos originarios, foco de conflicto en Argentina y Chile en el último tiempo.
"Son frecuentemente olvidados y sus derechos necesitan ser atendidos y su cultura cuidada, para que no se pierda la identidad y riqueza de esta nación", dijo Francisco.
"La sabiduría de los pueblos originarios puede ser el gran aporte" y que "de ellos podemos aprender que no hay verdadero desarrollo en un pueblo que da la espalda a la tierra", agregó.
Luego, a las 10 de la mañana, Francisco brindó una misa para miles de personas que se acercaron al Parque Ohiggin's. Si bien no se pudo establecer la cantidad de gente que asistió, se hablaba de 400.000 personas.
A partir de las 16 horas, el papa se acercará a una cárcel de mujeres, en lo que representa su primera visita a un Centro Penitenciario femenino.