En un inédito y repudiable episodio que tuvo lugar en la localidad española de Benidorm, un grupo de amigos británicos le pagó a un hombre indigente para que se tatúe el nombre y la dirección de uno de ellos en su frente.
Los jóvenes se encontraban celebrando una despedida de soltero cuando se les ocurrió solicitarle a un ciudadano polaco que aparentemente vive en la calle que se grabara la identidad y domicilio del agasajado.
Las imágenes del hombre, identificado como Tomek, recostado en la camilla recibiendo la tinta se viralizaron e indignaron a los usuarios de las redes sociales.
Sin embargo, Jamie Blake, el protagonista del festejo, desmintió totalmente las acusaciones y aseguró que tiempo antes de lo sucedido, había sido echado de un bar debido a su estado de ebriedad.
"Tomek no es un indigente, vive con un amigo y tiene un empleo", explicó Blake al medio inglés Newcastle Evening Chronicle. "Me emborraché y me pidieron que abandone el bar donde estaba, nunca fui al local de tatuajes y, hasta donde sé, no le pagaron nada", agregó.
Según lo informado por el portal The Sun, Jamie Blake se mudó a Benidorm 3 meses atrás y se separó de su prometida, a pesar de lo cual decidió llevar a cabo la despedida de soltero de todas formas.