El expresidente de Brasil, Lula da Silva, lanzó su candidatura presidencial junto a Gerardo Alckmin como compañero de fórmula en un acto llevado a cabo en San Pablo durante el día de ayer en el que realizó distintas promesas y atacó directamente al gobierno de Jair Bolsonaro por las decisiones tomadas en su mandato.
En uno de los momentos más intensos del fin de semana, Lula aseguró que busca “restaurar la soberanía económica, política y social de Brasil" y conseguirá “enviar el empobrecimiento de la población y el fascismo del gobierno de Jair Bolsonaro a la cloaca de la historia”. Bolsonaro lleva actualmente tres años como presidente luego de su asunción en enero del 2019 representando el Partido Liberal de Brasil.
En ese sentido, el expresidente brasilero se expresó sobre el deber que tiene desde su lugar actual en la política. “Hay que restaurar la soberanía de Brasil y del pueblo brasileño. Hay que cumplir nuevamente la batalla contra el hambre. Todo lo conquistado fue destruido por el actual Gobierno. Es terrible, pero no vamos a desistir”, aseguró el político en su discurso.
Con claras críticas al gobierno actual, Lula agregó también que “un pueblo que no puede comprar es un empresario que no puede vender”. Además, sobre el final de sus palabras lanzó una promesa acerca de lo que intentará hacer en estas próximas elecciones de octubre, en las que domina las encuestas actuales. “El fascismo será arrojado a la cloaca de la historia de donde nunca debió haber salido”, sentenció para cerrar sus declaraciones.
A sus 76 años, el expresidente encabezará estas elecciones con un compañero de fórmula ya conocido: Alckmin fue competidor directo suyo en los comicios del 2006. El candidato a vicepresidente participó de forma virtual debido a que se encuentra enfermo de Covid-19, y desde su lugar tuvo palabras acerca de su unión con Lula. “Ninguna diferencia del pasado, ni de ayer, ni las eventuales discordancias de hoy o de mañana servirán de razón, disculpa o pretexto para dejar de apoyar o defender con toda mi convicción la vuelta de Lula a la presidencia de Brasil y es con mucho orgullo que hago eso”, explicó.
Sobre el final, Lula sostuvo para concluir que “Brasil era respetado, hablaba de igual a igual con los ricos y poderosos y colaboraba con los pobres con inversión y transferencia de tecnología, algo que hicimos en América Latina y África. Vamos a fortalecer el Mercosur, la Unasur, la Celac y los Brics, establecer alianzas y luchar por una gobernanza mundial. Brasil es demasiado grande para ser un paria”.