El gobierno borró con pintura gris los murales del Nudo Vial
En 2017, 30 artistas gráficos realizaron una obra monumental en la entrada de Mendoza. También había un grafitti en honor a las víctimas de femicidios. Todo fue borrado.
Cuesta comprender el afán antipoético de algunas autoridades. Esta semana, sin ir más lejos, Vialidad Provincial borró los murales que decoraban el Nudo Vial, un espacio que marca la entrada a la Ciudad de Mendoza. Las obras estaban dedicadas al Bicentenario del Cruce de los Andes y a las víctimas de femicidios. Donde antes había color y contenido, ahora hay un murallón gris.
"Era arte efímero" (Diego Gareca, Secretario de Cultura de Mendoza)
El atropello se enmarca en las reformas que actualmente se hacen en la Costanera, tareas que ya ingresaron en su etapa final. Eso implica la instalación de luminarias, el cambio de losas y, aparentemente, también la eliminación de los murales.
"Pero el arte es efímero", argumentó Diego Gareca desde la Secretaría de Cultura de Mendoza. En tanto, Vialidad dijo que “solo se estaban cubriendo las obras vandalizadas”, lo cual fue desmentido por los propios artistas.
Los creadores que trabajaron en las pinturas del Nudo Vial denunciaron que nadie les avisó del cambio. Afirman que “en todo caso, se podría haber encarado una restauración”.
Por otra parte, los rostros de varias víctimas de femicidio –Soledad Olivera, Johana Chacón, Marina Menegazzo, María José Coni, Gisela Gutiérrez, Julieta González y Janet Zapata- desaparecieron de la pared de Adolfo Calle y 25 de mayo. En consecuencia, desde el colectivo Ni una Menos Mendoza salieron a repudiar esa “segunda eliminación”. “Nos borran, una por una”, sostuvieron algunas activistas en las redes.
El origen
En 2017 fue la misma Secretaría de Cultura la que convocó a 30 muralistas mendocinos y dos de Chile para que trabajaran en los puentes que marcan el ingreso a la Ciudad. La intención era celebrar los 200 años del Cruce de los Andes.
Tras 30 días de trabajo, Cees, Asfáltico, Panamá Club y otros destacados grafiteros le cambiaron la cara a la zona. Se colorearon 14 columnas, usando andamios y muchos litros de pintura. En aquella oportunidad, se ilustró sobre el área respetando el mural que recordaba a las víctimas de los femicidios.
Ahora donde había color queda solamente una uniformidad gris. Marca de una época.