Durante la 32da edición del festival de Mar del Plata de 2017 -realizado en noviembre-, el Instituto Nacional de Cines y Artes Audiovisuales gastó 300 mil pesos en la contratación de un artista que diseñó una intervención en la cual colocó en la conocida escultura del lobo marino un pato que simulaba ser inflable.
Desde el INCAA, según informó TN, sostuvieron que se trató de un "buen precio, un precio de mercado e incluso un precio barato" y que lo realizó un prestigioso artista.
"La intervención busca darle visibilidad al festival resignificando este ícono de la cultura de nuestro país renovándolo durante los días que dura el festival e incluida una estructura para que los visitantes puedan tomar fotos", señalaba un documento oficial.