En Marzo de 2020, muchos analistas declararon muerto al Bitcoin cuando su valor tocó un piso de $3.800 dólares. Hoy, 8 meses después, el Bitcoin alcanzó los $15.300, marcando un alza de más del 300%. Durante las últimas 24 horas, la criptomoneda experimentó un salto de $1.000.

Los motivos de la actual corrida, que según muchos expertos aún comienza, son varios.

Ciclos

El Bitcoin, así como otros activos como las acciones, commodities y metales preciosos, sufre ciclicamente períodos alcistas y bajistas. Estas oscilaciones se deben a tres factores: 

• Analisis Fundamental: pretende determinar el auténtico valor del título o acción, el cual se utiliza como estimación de su valor como utilidad comercial y potencial de rendimiento futuro. Es decir, en el medio y largo plazo la cotización de una acción alcanza a su valor fundamental. Para llevar a cabo el análisis fundamental se toman en cuenta estados financieros periódicos, valoración de la empresa o proyecto, previsiones económicas así como también cualquier tipo de información adicional que afecte al valor de un título.

• El sentimiento de los mercados:  que hace referencia al consenso de la actitud de los inversores hacia un determinado activo o a el mercado en su conjunto. Esto determina una propensión a comprar o vender un instrumento dado.

• Análisis técnico: que es el estudio de la acción del mercado, principalmente a través del uso de gráficas, con el propósito de predecir futuras tendencias en el precio. Muchas herramientas de análisis técnico, como las secuencias de Fibonacci, tienen un cuestionable sustento estadístico y matemático, al punto que muchos analistas aducen que es numerología.  Pero por lo general son efectivos dado que si la suficiente cantidad de gente cree en la validez de éstos indicadores, su comportamiento se verá influido por ellos y la volatilidad de los precios se comportará de acuerdo a estos lineamientos.

Apoyados en estas tres variables (fundamentales, sentimiento y análisis técnico), te compartimos un desglose de las razones por las cuales el Bitcoin, y probablemente muy pronto, el resto del mercado de criptomonedas experimenten una nueva explosión como la que se vivió en el año 2017 donde el Bitcoin pasó de valer $1.000 a $19.800. 

Interés institucional

La corrida del 2017 fue alimentada casi exclusivamente por los inversores retail. Estos son ustedes, yo, sus tías y sus vecinos. 

Al comenzar a apreciarse el activo, el sentimiento positivo del mercado provocó una oleada de menciones en los medios, lo que llevó a las criptomonedas a la conciencia de una gran masa de personas a nivel mundial. 

A diferencia de hace unos años, la actual tendencia se ve alimentada por el ingreso de capital institucional a gran escala. 

Square ($SQ) una empresa pública estadounidense de servicios financieros fundada por Jack Dorsey, co-fundador de Twitter, anunció a principios de Octubre que había alocado una porción considerable de su valuación de mercado en Bitcoin.

JP Morgan, una de las empresas de servicios financieros más antiguas (y grandes) del mundo y que hasta hace tan sólo un año, por medio de su Presidente Jamie Dimon etiquetaba a Bitcoin como un fraude, anunció que lanzaría su propia moneda digital.

Para culminar la trifecta de instituciones que decidían volcarse al Bitcoin, Paypal anunció hace tan solo unos días que permitiría a sus usuarios la compra y venta de diferentes criptomonedas dentro de su plataforma.

Pandemia y Oro

Agregando más leña al fuego que estaba alimentando el crecimiento del mercado de criptodivisas, la pandemia de COVID-19 y derivado de las cuarentenas alrededor del mundo, provocó una aceleración hacia la digitalización de la vida cotidiana, cuyos efectos se volverán evidentes durante los próximos años; otros lo son ahora mismo. 

El principal catalizador que activó la pandemia de COVID-19 fue la descontrolada emisión monetaria a la que se vieron obligados los estados del mundo para paliar la crisis económica que ésta produjo, o ellos mismos produjeron.

Es así que los Estados Unidos emitieron durante el 2020, el 20% de todos los dólares de su historia.

El indefectible resultado de la emisión de divisas es la inflación, por lo que el Bitcoin se ofrece como un refugio para mitigar los efectos que esta tiene sobre la pérdida de valor adquisitivo.

El oro, reserva de valor histórica por excelencia, sufrió un duro golpe cuando en Abril, Egipto anunció haber encontrado un depósito valuado en 1.8 billones de Dólares. Si el argumento de la valuación del Oro pasa por su escacez, el Bitcoin posee argumentos a favor en el sentido de que nunca habrá más de 21 millones de BTC en circulación. 

 

Capitulan los gobiernos

Sumado a la degradación de las monedas nacionales, las tasas de retorno en bonos, cajas de ahorro o fondos de inversión están pasando por el peor momento de su historia, donde las tasas de interés son prácticamente nulas, nulas o negativas. Si; negativas. Imagínense tener una caja de ahorro o plazo fijo que dá perdida en lugar de ganancias. 

Gran Bretaña está ha aplicado interés negativo a quienes reporten ingresos superiores a las 250 mil Libras Esterlinas, en contraposición con el fenómeno DeFi (Finanzas Descentralizadas) en criptomonedas, donde se pueden encontrar servicios como Blockfi, Celsius Network o Nexo, que otorgan entre un 8 y un 16% de interés compuesto anual por la tenencia de criptomonedas estables (conservan un ratio de 1:1 con el Dólar Estadounidense). 

Frente a este panorama dantesco, varios de los gobiernos más poderosos del mundo han emitido o están estudiando emitir sus propias monedas digitales (CBDC: central bank digital currencies). China hizo en el mes de Octubre un experimento emitiendo 1.5 millones de Yuanes. Canada y los Estados Unidos también están evaluando seriamente esta posibilidad. 

El dinero, más que nunca, se está volviendo digital.

Elecciones en EEUU

Finalmente, las elecciones en los Estados Unidos han ejercido de catalizador para alimentar a los mercados especulativos. La posibilidad de que Joseph Biden se convierta en el próximo Presidente, era valorado negativamente por los mercados por el potencial para promover nuevas regulaciones, paquetes de estímulos y políticas no afines con los mercados financieros. Pero dada la paridad en los comicios y el hecho de que el Partido Republicano mantenga una mayoría en el Congreso de los Estados Unidos, ésto tornó al evento en positivo, dado que el Congreso podrá ejercer su poder de veto para evitar grandes cambios en las políticas comerciales y financieras del país. 

Esto, sumado al hecho de que hasta el año 2025 fue nombrada como responsable del SEC (La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos), Hester Peirce, cariñosamente apodada como "Crypto Mom" (Crypto Mamá) debido a su visión positiva respecto de las criptomonedas, otorga una seguridad nunca antes vista en el país para evitar la imposición de restricciones al mercado de criptodivisas.

Todos estos factores han confluido para que el Bitcoin continúe su histórica racha alcista. El consenso es que para fin de año, su valor alcance el máximo histórico de $20.000, y una continuación, de no mediar cisnes negros, podría llevarlo a un precio cercano a los $50.000 durante 2021. 

Si bien estas aproximaciones pertenecen al terreno de la especulación, con algunos referentes aún manteniendo objetivos de $120.000 a $1.000.000 de dólares por Bitcoin en los próximos años; la performance del Bitcoin desde su creación, deja poco lugar para la incredulidad y mucho margen para imaginar un mundo más equitativo, donde cada persona pueda ser su propio banco, donde los estados no puedan limitar el acceso a la riqueza y donde el poder financiero se descentralice y finalmente pase a manos de los ciudadanos en lugar de los grupos de poder.