El pasado 2 de octubre Brasil tuvo elecciones, la cual derivó en un balotaje entre Lula da Silva y Jair Bolsonaro. De esa manera, el próximo domingo se definirá si el expresidente vuelve a ocupar el cargo o si el actual mandatario logrará la reelección.
Con casi el 99% de los votos escrutados, Lula ya obtenía el 48,4% de los votos, ubicándose en el primer lugar y dejando a Bolsonaro en el segundo con el 43,2%. Sin embargo, para ganar en primera vuelta uno de los dos candidatos tenía que pasar el 50%, situación que no sucedió.
En ese sentido, el Tribunal Superior Electoral (TSE) informó que la elección estaba "matemáticamente resulta" y anunció que iba a haber "segundo turno". De esa manera, el balotaje se llevará adelante el próximo domingo 30 de octubre.
En ese momento, el expresidente de Brasil fue el más votado con más del 48% de los votos válidos. Sin embargo, no fueron suficientes para sellar la elección sin necesidad de segunda vuelta, algo que tampoco consiguió en las dos ocasiones anteriores en que fue elegido presidente (2002 y 2006).
Por su parte, el actual mandatario quedó segundo con poco más del 43% de los votos válidos. Los números de las elecciones sorprendieron a Bolsonaro, dado que las encuestas realizadas con anterioridad mostraban una mayor diferencia entre ambos candidatos.
Luego, entre los candidatos que se postulaban como una tercera vía, la senadora Simone Tebet, del Movimiento Democrático Brasilero (MDB), quedó en tercer lugar con 4%, mientras que el exgobernador de Ceará Ciro Gomes, del Partido Democrático Laboralista (PDT), fue cuarto con 3%. Ahora, ambos se han mostrado a favor de Lula de cara al segundo turno.
Tras la elección
Luego de determinar que ambos candidatos debían enfrentarse en una segunda vuelta, Bolsonaro declaró que gracias a ello "podremos mostrarle a la población que la inflación está bajando y que el Gobierno no ha dejado de atender a los más pobres mediante diversos subsidios".
Sin embargo, reconoció que "hay una voluntad de cambio" pero advirtió que "ciertos cambios pueden ser para peor". De esa manera, mostró su preocupación sobre que "Brasil siga el camino de Argentina, Colombia, Venezuela y Nicaragua".
Debates
Por su parte, luego de la elección del 2 de octubre, los candidatos que quedaron para competir por la segunda vuelta se vieron las caras una vez en un debate. El encuentro sucedió a dos semanas del balotaje y hubo acusaciones cruzadas.
Por un lado, Bolsonaro calificó a Lula de "vergüenza nacional", al ligarlo nuevamente a la corrupción, mientras que el líder del Partido de los Trabajadores lo tildó de "dictadorcito". Allí, ambos candidatos se encontraron en lo que fue el primer debate antes del balotaje.
No obstante, hubo un segundo debate pero Lula decidió no participar por lo que Bolsonaro fue el único que formó parte. Incluso, el exmandatario advirtió que tampoco iba a ir a otro encuentro al que lo habían invitado, dado que son organizados por instituciones aliadas de Bolsonaro.
Sin embargo, ambos candidatos confirmaron que participarán del debate final del viernes 28 de octubre, dos días antes del balotaje, en los estudios de TV Globo.
¿Qué se espera para el balotaje?
Según encuestas el resultado de la segunda vuelta podía ser más cerrado que el que se obtuvo en la primera. Incluso, algunos números muestran un acercamiento del candidato de derecha aunque siguen dando como ganador a Lula con un 52% sobre un 48%.