La situación política en Brasil complica a la dirigencia de ese país. Los sobornos complican al actual presidente Michel Temer y pone en jaque a la clase política brasileña. Los dueños del frigorífico JBS, Joesley y Wesley Batista, detallaron cómo era la ingeniería de la empresa para pagar dinero a más de 1.800 políticos.
Esta información fue brindada a la Justicia de ese país a cambio de que ambos empresarios sean considerados bajo la ley de declaraciones de arrepentidos. Esto los eximirá de cargos o disminuirá las penas.
Las autoridades del frigorífico tenían un registro de quiénes recibían los fondos de la empresa, muchos de ellos utilizados para el financiamiento de campañas. Los Batista acusaron haberle depositado 80 millones de dólares al ex presidente Lula Da Silva.
1.828 políticos fueron acusados de recibir sobornos.
Se calcula que los acusados más importantes serian 179 diputados federales, 28 senadores y unos 16 gobernadores, entre los más importantes.
Según los hermanos Batista, JBS distribuyó cerca de 200 millones de dólares a diferentes figuras. Lo que serían unos 3 mil millones de pesos argentinos.