En medio de estrictas medidas contra el COVID-19, el domingo pasado comenzó la peregrinación anual a las ciudades saudíes de La Meca y Medina.

De ella sólo pudieron participar 60.000 personas que fueron elegidas mediante un sorteo, cifra muy lejana a las de años previos: en 2020 fueron 10.000 y, en 2019, 2.5 millones de personas.

Dicha cifra se dio por el avance de la campaña de vacunación de Arabia Saudita, de 35 millones de personas, que ya superó el 50% de la población con al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus.

Además, las autoridades cerraron desde el viernes el acceso a La Meca, que sólo está permitido a los que tienen permiso para llegar a cuatro centros de agrupación establecidos en las afueras de la ciudad santa para los musulmanes.