En la madrugada del sábado 20 de enero, Gustavo escuchó unos golpes en la puerta de su hogar. Al salir para ver qué pasaba, descubrió que el cartel que pedía justicia por su hijo Fernando había sido removido. Lo encontró destrozado a las pocas cuadras de su hogar.
El hecho fue denunciado en la comisaría y el fiscal que investiga la causa, Mario Andrés Figueroa -reemplazó a Guillermo Biré-, decidió poner una custodia policial en la puerta.
Gustavo Pastorizzo denunció amenazas.
El abogado de la familia Pastorizzo repudió los hechos ocurridos en el domicilio de Gustavo. "Seguiremos firmemente con la investigación para que se condene a los responsables de la muerte de Fernando", sostuvo Juan Carlos Peragallo.
Ésta no sería la primera amenaza que ha recibido la familia del joven asesinado el pasado 29 de diciembre de 2017. Anteriormente, habían recibido mensajes intimidatorios en su cuenta de Facebook.
Nahir Galarza es la única detenida por el crimen de Fernando Pastorizzo. La defensa de la joven de 19 años ha intentado demostrar en varias ocasiones que el asesinato fue cometido en un contexto de violencia de género.
Sin embargo, el fiscal de la causa, Sergio Rondoni Caffa, negó esta posibilidad. Además, los peritajes toxicológicos realizados al cuerpo del joven descartaron que haya consumido alcohol o drogas, algo que los abogados de Nahir habían asegurado en su defensa.