Hace ya algunos meses que la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) del Legislativo brasileño, analiza el papel del Gobierno de Jair Bolsonaro en la gestión de la pandemia de COVID-19.
El día de ayer, desde Folha de S. Paulo, dieron a conocer la noticia de que el Ministerio de Salud brasileño demoró en acordar con el mecanismo COVAX de la Organización Mundial de la Salud porque "el hecho de que la documentación estuviera en inglés dificultaba el análisis".
Fue el asesor legal de la cartera sanitaria de Brasil quien informó acerca de esto a la CPI, asegurando que los servidores no tenían "suficiente conocimiento de tal idioma extranjero como para emitir una declaración concluyente".
Otro de los impedimentos que tuvieron desde el Ministerio de Salud para contestar a COVAX fue la fecha límite: los documentos llegaron el 24 de septiembre y el mecanismo impuso el día siguiente como última fecha para responder.
La noticia se viralizó inmediatamente y quienes se la cruzaron en redes sociales respondieron de varias maneras: algunos se lo tomaron indignadamente y otros con algo de humor.