Mientras la cifra de muertos por la represión asciende a 24 según la Defensoría del Pueblo, la autoproclamada presidenta interina de Bolivia le otorga aún más poder a las Fuerzas Armadas.
El Decreto Supremo N° 4078 firmado por Jeanine Añez Chávez ratifica la participación de las FFAA en operativos para "restablecer el orden interno y la estabilidad política" y las exime "de responsabilidad penal cuando en cumplimiento de sus funciones constituciones actúen en legítima defensa o estado de necesidad (...)".
Este punto alarmó a la comunidad tanto nacional como internacional y motivó el repudio por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y del presidente electo Alberto Fernández.
"El Gobierno argentino calla. La OEA avala. Michelle Bachelet y la ONU deben intervenir", escribió ese último, visiblemente indignado.
Por su parte, Evo Morales concedió una entrevista desde México y apuntó: "Si ellos no quieren que participe (en las elecciones) no tengo ningún problema pero yo me pregunto ¿por qué siempre tanto miedo a Evo?".
"Si la Asamblea Legislativa aprueba mi renuncia, vuelvo como cualquier ciudadano a Bolivia", concluyó.