Tras afirmar que el proceso electoral a tener lugar en Bolivia (para el cual todavía no se definió su fecha) contará con la participación de todos los partidos políticos que cumplieran con los requisitos, hace algunos instantes la autoproclamada Presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, puso en duda esta idea.
De igual manera, las palabras de Áñez tiene lugar tras el anuncio del inicio de una mesa de negociación entre diferentes partidos políticos que, en palabras del ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano, buscan “pacificar el país”.
“Esta es una etapa de transición, vamos a hacer los mayores esfuerzos por volver al país a la normalidad que es lo que esperamos todos”, partió por señalar la mandataria en funciones.
Consultada sobre el escenario institucional post electoral, Añez fue contundente: “Golpe de Estado nos dieron a nosotros el 20 de octubre cuando no se quería respetar por segunda vez la decisión del pueblo boliviano. Golpe de Estado se pretendía cuando querían permanecer, a pesar de una auditoría buscada por el Presidente Morales”.
“Aquí no ha habido un golpe de Estado, aquí lo que ha habido es un reclamo al derecho que tenemos los bolivianos a decidir y a la necesidad que nos respeten la decisión”, continuó.
En sintonía con esto último marcó que “si el Presidente Morales quería imponerse a la fuerza, porque aquí debe haber un autor material y un autor material, ahora todos los que llevaron este proceso a pesar de nuestros reclamos los están escrutando porque es un delito”.
“Después de que tenga que haber un fallo por este tipo de decisiones el tribunal tendrá que decidir si el Movimiento al Socialismo vuelve a participar”, concluyó.
Vale recordar que desde el domingo pasado cuatro vocales nacionales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia han sido encarcelados en el marco de órdenes de detención contra exfuncionarios del organismo por su presunta participación en un "fraude".
En esta ruptura del orden institucional que transita el Estado Plurinacional parece entonces irse confirmando que la posibilidad de una salida política y transparente al proceso será algo cada vez más complejo.
De igual manera se hace extensivo este punto a la dificultad de que, en caso de haber elecciones, sea con la participación del Movimiento al Socialismo, el partido más votado en las últimas elecciones. A sedición y golpe de Estado, parecería cada vez más cercana la palabra proscripción.