Es cierto que desde que arrancó la cuarentena la gente se conectó mucho más con lo virtual para seguir haciendo las cosas que le gustan y lograr una desconexión agradable con todo lo que pasa alrededor. De esta forma, nació Bingo Pandemia, un proyecto de dos amigos que se juntaron para darle una alegría a la gente. 

El encuentro comenzó a realizarse en abril y ya van por su edición número 24 reuniendo a más de 1500 personas los jueves a las 20 horas y sábados a las 22 por la plataforma de video Zoom. 

Los creadores de este espacio de juego fueron Lucio Szteinhendler, productor de teatro, música y eventos e Iván Vignau conocido como Maivan, educador, músico y egresado de la carrera de Imagen y Sonido.  

"Un día, fui a ver a mi papá, que es adulto mayor y está a mi cargo, y encontré, entre todos los juegos que le regalé, un bingo que no había abierto. Lo llevé a mi casa y como jugar de a dos al bingo era aburrido invitamos a tres amigos", contó Lucio a La Nación.

"Fue tan divertida esa primera partida que decidimos hacerlo para más personas. Hasta dimos premios. Regalamos lo que teníamos en casa: un saquito de té, un alcohol en gel usado y un paquete de escarbadientes", recordó el amigo Maivan.

Al principio, comenzaron el juego con cartones que le enviaban por foto a sus amigos por WhatsApp, pero cuando comenzaron a ver que comenzaron a unirse cientos de personas crearon la página web www.bingopandemia.com, donde la gente se inscribe y elige sus cartones. 

Para agregarle aún más diversión al juego, crean noches temáticas como por ejemplo: noche mexicana, de gala, navidad, sombreros, mascotas, . 

"Empezamos con consignas tibias, primero le pedimos, por ejemplo, que nos muestren su libro favorito, otro día su amuleto. La gente se fue enganchando tanto y que nos animamos a hacer consignas más jugadas, que demandan más producción", contó Lucio.

Bingo Pandemia es una propuesta gratis, es abierta al público y sólo tiene normas de convivencia que deben respetarse. "Premiamos las líneas y los bingos. Los premios provienen de la misma comunidad, suelen tener servicios o emprendimientos que donan las personas que participan. El último fin de semana el premio fue una paellera eléctrica, planchas, licuadoras, fiambres de nuestros amigos de Tandil, picadas, packs de cerveza, cenas, almuerzos, y hasta entradas a teatros online. Pero no queremos perder el espíritu de este bingo hogareño, así que también regalamos un vino que teníamos en casa, un desinfectante de ambientes y un exprimidor de plástico. Sigue siendo un poco bizarro", explicó Maivan.

También cuentan con tandas publicitarias caseras donde agradecen a las empresas que donan los premios para la gente que participa. 

Lo cierto es que hay mucha gente que ya tiene como cita obligatoria participar de este bingo. Las mayorías de las conexiones son de Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Tucumán, Santiago del Estero, Río Negro y Chubut, pero también hay participantes de otros países como Colombia, México, Chile y Australia. 

"Trabajamos un montón pero estamos disfrutándolo mucho y sentimos un gran placer al hacer cada nueva edición. Sabemos que estamos haciendo algo lindo y nos encanta tener esta oportunidad", concluyeron los amigos y organizadores.