De acuerdo a lo expresado por el secretario de Estado de Administración Interna, João Gomes, entre los heridos se identificaron ocho bomberos, dentro de los que cuatro de ellos con heridas graves.
"La última víctima mortal fue encontrada en el entorno rural" de la zona donde el fuego continúa activo, en el término municipal de Pedrogao Grande, indicó Gomes. Además, agregó que ya se está procediendo al levantamiento de los cuerpos de la víctimas.
Del número de fallecidos, 30 personas fueron encontradas en sus vehículos, repartidos en dos carreteras de Leiria que quedaron cercadas por el fuego. Otras 17 personas fueron halladas en zonas aledañas a carreteras, y 10 más en el "ambiente rural" que rodea a estas vías.
El secretario de Estado aseguró que los esfuerzos durante la noche se concentraron en evitar que el fuego se aproximase a las varias aldeas cercanas, que no están en situación de riesgo.
Más de 680 efectivos trabajan actualmente para extinguir las llamas con ayuda de dos aviones llegados desde España y otros medios procedentes de Francia.
Hasta el momento, la información que manejan las autoridades apunta a que la tragedia se originó cuando un fuego de bajas dimensiones, impulsado por "vientos descontrolados", se convirtió en un "incendio imposible de controlar", según dijo Gomes.
"La información recogida en el lugar del suceso nos permite pensar que, con un alto grado de certeza, la causa sea un rayo que alcanzó un árbol", dijo el director nacional adjunto de la PJ, Pedro do Carmo, quien precisó que será necesaria una investigación para confirmarlo.
Por su parte, el Papa Francisco rezó por las víctimas mortales y los damnificados y expresó: "Transmito mi cercanía al querido pueblo portugués, golpeado por un incendio devastador que ha provocado muertos, heridos y destrucción". Luego, invitó a los fieles a "rezar en silencio".