De cara al invierno y tras detectarse ayer el primer caso de la variante Ómicron en el país, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunciará medidas para contener la propagación del coronavirus, como nuevos requisitos para viajeros y un aumento en los esfuerzos de vacunación.
Desde los Institutos Nacionales de Salud, en las afueras de Washington, Biden pronunciará un discurso en el que enumerará una serie de acciones diseñadas para detener los contagios de coronavirus durante los próximos meses.
Vale recordar que en adición a los Estados Unidos, previamente una gran cantidad de países como Brasil, Corea del Sur y varios estados de la Unión Europea, reportaron la presencia de esta mutación en sus territorios.
Al respecto, la Casa Blanca adelantó hace algunos momentos las medidas que va a anunciar Biden, entre las que se incluyen la vacunación obligatoria de todos los viajeros que busquen ingresar al territorio, junto a la presentación de una prueba negativa realizada el día antes de su partida.
Esta imposición comenzará a aplicarse a partir de "principios de la semana que viene" y regirá tanto para estadounidenses como para extranjeros.
Para los viajes internos, Biden anunciará una extensión de la obligatoriedad del uso de tapabocas en aviones, trenes y otros medios de transporte público hasta mediados de marzo.
Además, las nuevas medidas buscan tranquilizar a los norteamericanos y mostrar que Biden está haciendo todo a su alcance para evitar que la pandemia descarrile la recuperación económica de Estados Unidos y las vacaciones de Navidad.
En apariciones previas, el mandatario y sus asesores reiteraron en los últimos días que no habrá un retorno a los cierres masivos y aseguró que intentará evitar la interrupción de clases presenciales.
Como novedad, se fomentará el uso de kits de prueba en el hogar, anunciando que "el seguro médico debe cubrir el 100% de su costo", en tanto que para aquellos sin seguro médico, se aumentará la disponibilidad de kits gratuitos.
Sin embargo, el Gobierno se enfrenta al hecho de que muchos estadounidenses no son receptivos a los llamados oficiales a la acción colectiva para derrotar la pandemia.
De hecho, pese a los creativos intentos para fomentar la vacunación, cerca del 40% de la población aún no está inmunizada completamente, en tanto que cerca de 100 millones de personas elegibles para recibir vacunas de refuerzo aún no aprovecharon la ocasión.