El senador nacional del PJ José Alperovich ratificó hoy el pedido de licencia ante la presidenta del Senado, Gabriela Michetti, tras la denuncia por violación en su contra formulada por una sobrina.
Más temprano, el designado presidente del bloque de senadores del Frente de Todos, José Mayans, confirmó que el pedido de licencia solicitado por Alperovich será tratado hoy en el pleno de la Cámara alta y afirmó que, con esa decisión, el ex gobernador tucumano acusado de abuso sexual "hizo lo correcto".
"Cuando hablé con él me dijo que se iba a presentar inmediatamente a la Justicia. Hizo lo correcto, para salvar su buen nombre y honor. Tiene que presentarse en la justicia, trabajar en eso con su defensa", indicó.
Alperovich regresó esta mañana al país procedente de Estados Unidos, donde se encontraba de vacaciones cuando se conoció la denuncia por abuso sexual en su contra por parte una sobrina, y esta tarde la Cámara alta definirá su pedido de licencia.
Al ser consultado en FM Concepto sobre su pedido de licencia, Mayans dijo hoy que "lo va a ratificar el pleno, estamos trabajando en eso".
No obstante, descartó la posibilidad de expulsarlo directamente de la Cámara: "No se lo puede echar directamente. Eso sería un linchamiento público. Hay una acusación grave y él tiene derecho a la defensa".
La presentación judicial fue realizada por la joven de 29 años tanto en Tucumán como en la Capital Federal: "Durante un año y medio, mi tío José Alperovich violentó mi integridad física, psicológica y sexual", dice la carta que la denunciante publicó a través del colectivo #NoNosCallamosMás.
"No escribo para convencer a nadie de nada. Estoy aquí contra la opresión del silencio y por la necesidad de recuperar mi vida, de sanar llamando a las cosas como son, sin suavizarlas ni teñirla, poniéndole al monstruo nombre y apellido. Cuando no le ponés nombre, no existe", señala el texto que escribió la joven.
"El mío se llama José Jorge Alperovich, mi tío segundo y jefe, por quien fui violentada sexual, física y psicológicamente desde diciembre del 2017 hasta mayo de 2019. Durante un año y medio sufrí violaciones a mi integridad física y sexual", denunció.
La mujer expresó que "el avasallamiento fue demoledor. Tanto que ni siquiera pude ponerlo en palabras. Él oscilaba libre y cómodamente en los tres escenarios ante los que me posicionaba: el familiar, el laboral y el del horror de la intimidad que me forzaba a vivir con él", describió.