¿Qué meta te queda pendiente?
Seguir disfrutando, seguir creciendo, seguir haciendo música. No tengo metas unidireccionadas porque no me sirven ni me gustan. Mis metas son más amplias, pasarla bien y hacer que los demás también la pasen bien.
De esta manera, Nicolás Maiques, como consecuencia de su arduo y prolongado trabajo a través de los años como actor, se convirtió en un trotamundos. Y en este viaje, que él describe con tintes literarios, “como una película” que en definitiva es la vida, muchas cosas aprendió, pero por sobre todo un valor que prepondera por sobre cualquier otro: el respeto.
Harto del bullying que padeció varios años, él nos demostró que quedándose de brazos cruzados no iba a llegar a nada, y por eso, salió y la peleó. Un actor multidisciplinario que tiene la fórmula del éxito para emocionar y hacer reír a la vez. Una persona y punto; sin tanta adjetivación y decorado, que se ganó el pan haciendo reír a toda una generación. Un actor que siempre estará en nuestros corazones.