Desde hace ya varios años, nuestro país y el mundo, viven un cimbronazo que parece no sólo no detenerse sino profundizarse con el tiempo. Que el Día de la mujer deje de ser el Día de la mujer y comience por fin a nombrarse como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora no es un capricho sino una necesidad.
Hace 70 años las mujeres no votábamos ni participábamos del mundo público. No podíamos acceder a educación universitaria, a los trabajos que soñábamos, no teníamos la potestad de nuestros hijes y el deber del cuidado y las tareas del hogar eran un grillete que nos apretaba fuerte los tobillos.
Pasaron las décadas y el esfuerzo y coraje de miles de mujeres feministas logró modificar la historia. Los derechos, ganados y obtenidos gracias a todas ellas, se suman a una larga lista de cosas que faltan y urgen para conseguir una vida sin violencia machista.
Y si hablamos de urgencias, hablamos de feminismo villero. Filo.News entrevistó a ocho referentes del frente de género de La Garganta Poderosa que militan, viven y trabajan en muchos de los barrios más vulnerados de la ciudad de Buenos Aires.
Sus historias, que son las historias de miles de feminidades que se encuentran en situación de extrema pobreza, se repiten a lo largo y ancho de todo el país. Y son las mismas mujeres villeras las que se levantan todos los días para sacar adelante y acompañar a quienes necesitan ayuda.
Referentes de deporte, de comunicación, de corte y confección, de salud, de ollas populares, todas ellas y sus historias en esta nota que armamos para darle visibilidad a quienes trabajan en contextos difíciles y complejos con el amor, la voluntad y la convicción de que el esfuerzo individual empuja al colectivo para transformarlo todo.