¡No se acepta la vergüenza en el plano del amor! Si bien a muchos les incómoda hablar a la hora del sexo, es muy cierto que cada uno quiere escuchar al otro para al menos tener una pequeña idea de que la situación marcha sobre rieles. No es obligatorio usar la voz, también se vale guiar a la persona con movimientos y gestos.

Muchas veces tenemos tantas cosas en la cabeza y tantas actividades que no logramos concentrarnos en el maravilloso momento del sexo. Cuando vivimos con tanto estrés dejamos de disfrutar las cosas buenas de la vida. La mejor opción es buscar métodos externos de relajación, entre ellos la meditación y el ejercicio, ya que nos ayudan a “practicar” y enfocarnos en una sola cosa a la vez. Algo indispensable a la hora de la pasión.

Es simple, si siempre hacemos lo mismo nuestro cerebro lo registra como una acción predeterminada, en la cual dejamos de conectarnos con nuestras emociones, por lo tanto no lo convirtamos en una rutina, innovemos.