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¿Qué miramos y qué dejamos de mirar? Radiografía de los medios en la pandemia

La transmisión de noticias cumple una tarea esencial en tiempos de cuarentena y en un contexto sin precedentes. Hablamos con profesionales de la comunicación y la investigación científica para analizar la sobreabundancia de información, fake news, brecha digital, nuevas tendencias y por qué estamos atravesando de un período bisagra para los medios de comunicación.

¿Qué miramos y qué dejamos de mirar? Radiografía de los medios en la pandemia
Medios de comunicación y cuarentena (Foto: Filo News)

Te despertás y mirás el celular. Historias del confinamiento de tus amigos y amigas en Instagram, los debates en Twitter y la cantidad de casos registrados en las últimas horas. Prendés la tele, la radio, que resumen los principales titulares del día: “Nuevos casos en Argentina” o “Alberto Fernández extendió la cuarentena”. 

La pandemia se adueñó de la agenda de los medios de comunicación. Aunque empezamos el año con el término “coronavirus” en internacionales, poco a poco el contexto se convirtió en un desafío para todas las secciones, con una cobertura que fue creciendo a la par de la circunstancias. 

Esta sobreabundancia informativa permite, por un lado, observar las tendencias de formato y contenido en la forma de comunicar que llegaron para quedarse, como también profundizar los peligros de las fake news, evidenciar el reclamo del periodismo científico y también las desigualdades sociales, económicas y tecnológicas preexistentes en el acceso a las noticias. 

Para profundizar en el tema, Filo.News dialogó con Fabricio Ballarini, investigador del CONICET y doctor en biología de la UBA, Mariela Baladrón, docente de comunicación de la UBA, Irina Sternik, periodista especializada en cultura digital y Gabriela Yalangozian, coordinadora web y presidenta cooperativa del medio autogestionado La Nueva Mañana, quienes realizaron una lectura sobre el presente dinámico de los medios de comunicación.

Quién te ha visto y quién te ve: ¿Qué vemos en la cuarentena?

Foto: Filo News

Según reveló la Consultoría Proyección, en un informe sobre AMBA, en mayo el 61,4% de los entrevistados eligió destinar el uso de los medios al entretenimiento. Sin embargo, en un contexto caracterizado por incertidumbre y ante la necesidad de información, las noticias sobre COVID-19 ocupan el segundo lugar de la lista, ya que el 23,0 decide consumir contenido sobre la pandemia. 

“Hay mucha más necesidad en un contexto de tanta incertidumbre de que pueda llegar esa información oficial, los datos estadísticos, cómo está avanzando el virus en el país, cuáles son las medidas de prevención, de cuidado, recomendaciones; sin duda la información cobró un papel mucho más relevante en este contexto”, evalúa Baladrón.

¿Cuáles son las noticias que se consumen sobre coronavirus? La gran mayoría elige información sobre medidas sanitarias, evolución o prevención de la pandemia, en un 64,7%; luego, siguen las medidas económicas del Gobierno y el aislamiento social, en un 62,0%; los trámites, permisos de circulación y uso del espacio público se encuentran en el tercer lugar con el 44,7%; contenido sobre la enfermedad que contribuya al entretenimiento y la distensión en un 33,4%; las historias de vida en un 8,4% y por último en un 1,5% las personas famosas vinculadas a la enfermedad. 

Foto: Filo News

En lo que respecta a las redes sociales, según analizó Comscore en marzo, en Argentina hubo un incremento de menciones en redes sociales del término ‘coronavirus’ en un 6,610%, y en un 18% en comparación con otros países de Latinoamérica. Los hashtags más utilizados fueron #Coronavirus y #QuedateEnCasa, en consiguiente con la campaña de concientización sobre la importancia de cumplir la cuarentena. Además, el momento en que los medios recibieron más de 100 millones de visitas fue el 19 de marzo, el día en que el presidente de la Nación, Alberto Fernández, decretó la cuarentena obligatoria.

La comunicación científica comenzó a posicionarse en los medios. Así lo destacó Ballarini, quien repara en la necesidad de tener a especialistas frente a la pantalla: “Se nota mucho cuando se tiene a una persona que comunica ciencia de las que no”, asegura y sigue: “Me parece que si la pandemia terminó haciendo un poco mal a la comunicación científica porque parece que cualquiera puede hablar de cualquier tema, y cada uno debería opinar de los contenidos que sabe”, indica.  

Entre los principales desafíos que tiene un comunicador científico, Ballarini resalta la necesidad del consenso en los trabajos científicos, por lo que es importante tomar entre comillas los trabajos preprint, que son los que no tienen revisión de pares.

Yendo de la cama a la compu: ¿Cómo lo vemos? 

Foto: Filo News

Según indicó la División Insights de Kantar en el "Barómetro COVID-19", los medios de comunicación más confiables para obtener información sobre la pandemia en Argentina son medios nacionales de TV y diarios (78%), webs de organismos gubernamentales (58%) y webs de organismos internacionales (58%).

De esta manera, creció el uso de los medios tradicionales. En su informe de marzo Kantar Ibope Media había registrado un crecimiento del 31% del consumo de televisión en Argentina, pasando de 2.580.796 espectadores a 3.001.631 televidentes, con un incremento de 420.835 personas frente a la pantalla en todo el país.

Según detalla el informe, el mayor aumento de audiencia se dio entre las 2 y las 4 de la mañana, donde llegó al 64%; además hubo un crecimiento en el público millennial en un 26%, y de adultos mayores en un 34%. La radio también conservó sus oyentes: en mayo el 50% escuchó la misma cantidad que antes, un 13% descubrió nuevos programas o emisoras, el 66% en radio común seguido de un 25% desde internet en notebook.

En cuanto a lo digital, el 44% declara ver más servicios de TV por streaming, 68% está viendo más videos online, 24% escucha más radio online. En las redes sociales, la plataforma aseguró que aumentó en un 69% el uso de WhatsApp, un 52% de Facebook y un 51% Instagram. Twitter no se queda afuera: aumentó en un 15% el volumen de conversaciones relacionadas con noticias. 

Foto: Filo News

¿El sistema tecnológico está preparado para este crecimiento del uso de los dispositivos? “Creo que no estamos preparados para la cuarentena tecnológicamente (...) Con el dólar tan alto y la crisis económica de los últimos largos años, para muchos es imposible haber comprado dispositivos. Si bien internet no colapsó, anda mal, no solo aquí, en toda Latinoamérica, las redes no están preparadas para tantos consumos simultáneos y a pesar de que las telefónicas hicieron su magia, tampoco estaban preparadas”, asegura la profesional en cultura digital. 

Luego, resalta: “La peor parte se la llevan el interior, municipalidades lejanas, todo lo que no sean centros urbanos”. Por esa razón, destaca la importancia del uso responsable que implica “no ser egoístas con el consumo de internet, no estar todo el día en una video llamada, intentar llamar por teléfono en vez de por WhatsApp, medirse, hacer las cosas sin consumir el ultra HD”.  

El rol de los medios: ¿qué lugar se le da a la comunicación científica y tecnológica?

Diario y COVID-19 | Foto: Pixabay

Como podemos ver, los medios de comunicación tienen un rol esencial en la pandemia por coronavirus, como también mayor responsabilidad y desafíos a la hora de comunicar. “Hoy más que nunca los medios tiene la función de crear los lazos de comunicación que permitan acercar la información dura a la gente. La realidad y hacerlo con responsabilidad, sin generar pánico ni angustia, y apelando a la solidaridad, al pensar en su comunidad y al compromiso social”, evalúa Yalangozian.

Luego sigue: “Hoy muchas familias tienen contacto con la realidad a través de una pantalla de celular, tablet, computadora o de televisión. El rol de los medios allí es sumamente importante porque permite medir la sensación social y reflejarla, y al mismo tiempo mostrar el momento histórico que vive la humanidad, para atravesarlo lo mejor posible”. 

Para Sternik, quedó de manifiesto la importancia de contar con periodistas que puedan comunicar ciencia y tecnología correctamente: “Por el lado de la ciencia, es evidente que la figura del periodista científico es indispensable para no difundir información que dañe al ciudadano, como ocurre constantemente con títulos irresponsables y fake news. Pero además, para explicar papers, descubrimientos, procesos. Del lado de la tecnología, porque es la única manera que tenemos de comunicarnos en este momento y quedó en evidencia el desconocimiento de las plataformas y, también, el peligro que puede generar usarlas mal, sin actualizar, sin clave, etc”, explica la periodista. 

Por su parte, Ballarini advierte que existe “un rol un poco equivocado de los medios, porque no se cura muy bien cual es la información relevante y cual no”: “Se está haciendo mucho clickbait de información que está mal interpretada o es falsa. Los medios tienen que asumir un rol de reeducación de ciertas conductas y no lo hacen, me parece que en vez de informar en su mayoría se basan en hacer opiniones o columnas de opinión y no informar”, expresa.

No le creas a los audios de WhatsApp: ¿Qué pasa con las fake news en la pandemia?

Fake news | Foto: Naciones Unidas / Pixabay

Esta responsabilidad se ve desafiada frente a la infodemia, la cual es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “una cantidad excesiva de información ‒en algunos casos correcta, en otros no‒ que dificulta que las personas encuentren fuentes confiables y orientación fidedigna cuando las necesitan. Se refiere a un gran aumento del volumen de información relacionada con un tema particular, que puede volverse exponencial en un período corto debido a un incidente concreto como la pandemia actual”.

En este punto, Sternik destaca que existe una diferencia entre ‘fake’ y ‘false’ news: la primera suele tener detrás una operación política con la intención de generar un daño, mientras que la segunda puede ser simplemente imprudencia, prejuicio o creencias que llenan vacíos en base a información incompleta. 

De esta manera, Baladrón resalta los casos de especialistas que eran cuestionados por periodistas, mucha desinformación, en relación al virus, a las medidas, información que no está chequeada, audios por WhatsApp y más: “Esto es previo a la pandemia pero sin duda es peligroso en el momento en que incluye salud y comportamientos en un contexto tan crítico para la vida y el sistema de salud de un país”, analiza. 

Siguiendo a Proyección, el 47,3% asegura que confía principalmente en canales de noticias de cable para informarse sobre la enfermedad; el 41,6% noticieros de TV abierta, el 28,3% buscadores de Google, el 24,2% en  diarios digitales, el 23,3% en redes sociales, el 16,4% en radio, el 2,9 en Whatsapp, el 2,3% canales oficiales  el 1,0% en otros.

“El criterio es chequear lo básico: quien lo postea ¿es un sitio confiable o es un tuitero que suele generar polémica? ¿Es una cadena de Whatsapp? Ver si dicha noticia está publicada en otro sitio, googlear”, indica Sternik y sigue: “Creo que la situación singular de la pandemia, el miedo a lo desconocido y la imposibilidad de movernos de nuestras casas generó un boom de teorías conspirativas o difusión de fake news. Falta educación digital, es irresponsable leer algo que te parece que es cierto y difundirlo”.

Así, en el informe el 25,2% de los entrevistados considera que los medios de comunicación informan de forma responsable y el 19,3% confiesa tener más interés en el tema; sin embargo, el 44,5% asegura que realizan su tarea de forma alarmista, por lo que el 33,2% afirma que disminuyó su interés por las noticias. 

“Trato de no mirar la tele o redes sociales, pero me llegan todo el tiempo notas y tweets de gente que dice cualquier cosa. Es bastante desmotivante que exista eso. En los principales medios del país note mucha cobertura sensacionalista, todos cayeron en hacer notas con información de eso”, asegura Ballarini. Por su parte, Sternik coincide que existe una cobertura sensacionalista que “es lamentable”: “El contenido se volvió en su mayoría relacionado a esta temática y se generó una infodemia. Y ese, es otro virus muy dañino que se difunde por redes sociales y Whatsapp”.

En busca de la combatir la desinformación, Ballarini se unió a casi 20 especialistas para crear la cuenta “Corona Consultas”, la cual a través de Twitter, Instagram y su página web busca responder preguntas “simples y cotidianas” sobre la enfermedad, ya sea sobre limpieza y desinfección, cuarentena, mascotas, mitos y verdades y más.

Lo cierto es que ya se convirtió en un éxito: “El proyecto es muy lindo. Nació porque yo recibí muchas preguntas de familiares amigos, gente en redes sociales que me preguntaba cosas bastante simples, qué es un virus, cómo se activa, qué hacer, cuestiones de la vida cotidiana. Cada uno de los especialistas toma el área y la responde. Nos mantiene leyendo, discutiendo de distintas perspectivas”, afirma. 

El detrás de escena de los medios: ¿cómo se adaptaron frente a la pandemia?

Medios y cuarentena | Foto: Twitter @soysolmengoni

Para poder comunicar las noticias, los diferentes medios de comunicación tuvieron que modificar su estructura y organización para adoptar todas las medidas sanitarias necesarias, por lo que el teletrabajo cobró mayor importancia, como también las videollamadas y home office. Baladrón destaca el hecho de que muchos programas de televisión decidieron instalar videollamadas al aire, ya sea con invitados o con parte del staff; entre ellos, se encuentra “Polémica en el bar”, “Pasión de sábado”, "Bendita TV" o “Nosotros a la mañana”.

Por un lado, Sternik destaca que la importancia de una Ley de Teletrabajo y que la empresa pueda proveer los equipos tecnológicos para trabajar. Baladrón nombra el debate por el derecho a la desconexión, y señala el proyecto de ley del senador Daniel Lovera para garantizar su cumplimiento. “Es algo que ya venía previo de la pandemia y se ve que se profundizó mucho más. Entonces se diferencia menos el horario laboral del de descanso para los mensajes, emails, videollamadas, hay como un consumo permanente de pantallas”.

Sin embargo, la situación es diferente para los medios tradicionales de los autogestivos. Yalangozian forma parte de La Nueva Mañana, la cooperativa que nació en 2016; luego de que 60 familias quedaron en la calle, algunas de ellas se unieron para sacar adelante la iniciativa que crece semana tras semana, aunque no es trabajo fácil.

“En el caso de los medios autogestivos, recuperados y comunitarios el esfuerzo que se hace es muy grande. Por un lado porque en estos tiempos, al tiempo que se incrementa el número de lectores, se cayó estrepitosamente la publicidad, según indicó la organización Diarios y periódicos regionales argentinos (Dypra). La circulación de las publicaciones impresas se vuelve complicada por las restricciones de circulación. Por lo cual, el trabajo se incrementó y los ingresos bajaron drásticamente. Pero existe un compromiso de subsistir, de atravesar la crisis, de llegar a los lectores que confían en nosotros por ponernos del lado del trabajador, como cooperativa de trabajo en nuestro caso”, sostiene.

Luego, asegura que la crisis económica también golpeó a otros medios autogestionados del interior: “Vemos importante el rol que los medios locales y comunitarios están teniendo, muchas veces sin apoyo de los Estados provinciales y nacionales, sostenido sólo por los pequeños comerciantes y pymes que hoy están golpeados por la recesión. Son estos medios quienes tiene la función social de reflejar lo que pasa en esas sociedades, dándole identidad a su propias comunidades y sentido de pertenencia a sus vecinos. Esos medios chicos le dan visibilidad y tienden más lazos que los medios regionales o nacionales, que muchas veces los invisibiliza (...) Muchos medios arrastran una crisis y la pandemia profundizó esa situación, algunos empujándolos al borde casi terminal”.

Una pandemia, diferentes realidades: ¿Quiénes pueden acceder a las noticias?

Coronavirus | Foto: Pixabay

La pandemia por coronavirus no solo dejó en evidencia el contexto de desigualdad en los diferentes medios de comunicación sino también en el acceso al internet, el uso y prácticas que implica; así lo considera Baladrón, quien resalta que en la actualidad existe mucha más demanda de educación, trabajo, trámites, que se realizan de forma online.

Teniendo en cuenta los datos de ENACOM, en un informe sobre diciembre de 2019, el acceso a internet varía en todo el territorio: el 62,92% de 100 hogares tiene acceso a internet, y 14 provincias están debajo de la media nacional. Además, en CABA y provincia de Buenos Aires el 56,96% tiene accesos  a más de 20 megas, mientras que en el resto del país solo el 25,60%. “Vemos que los accesos están concentrados en Ciudad de Buenos Aires, provincia y algunos otros distritos, pero no representa a la totalidad del país”, asegura Baladrón.

“Tenemos varios problemas, por un lado hay que ver la falta de infraestructuras, si no acceden por eso, o si no acceden por asequibilidad porque es muy caro. También hay que ver cuantos dispositivos hay en cada familia y si se desarrollan las capacidades para poder realizar todas esas actividades de un día para el otro online. Es una situación de desigualdad en la que se encuentran muchas familias, que es previa, de arrastre, pero que se agrava en esta situación de aislamiento en la pandemia”, continúa.

En este sentido, la cuarentena profundizó el reclamo de acceso de cientos de barrios populares, quienes tuvieron una mayor participación en la agenda mediática durante las últimas semanas: “Recién en el último tiempo se empezó a poner en agenda los problemas de los barrios populares y villas cuando era una problemática que se planteaba desde el inicio de la pandemia, y ahora por situaciones muy trágicas de las primeras muertes es que recién empieza a aparecer en la agenda mediática, ha ido variando un poco”, señala Baladrón.

COVID-19 y un momento histórico: ¿Qué reflexiones nos deja a futuro? 

COVID-19 | Foto: Pixabay

En líneas generales, el coronavirus en los medios de comunicación puso en evidencia una tendencia preexistente en el mundo, basada en la disminución del papel impreso y del crecimiento de lo digital. Sin embargo, también sorprendió el crecimiento del uso de medios tradicionales, que siguen siendo la principal fuente de noticias y de confianza. 

“Estamos en un momento bisagra, se acelera el proceso que se venía dando de reconversión de los medios: mantenerse a través de suscripciones, dar periodismo de calidad, escuchar a la audiencia e innovar. Los desafíos son, en vez de cerrar medios y despedir gente, aprender a reconvertirse con sus recursos, abrir la mente de alguna manera, dejar de lado las burocracias y probar nuevas formas de contar”, revela Sternik.

De cara a futuro, el profesional aspira a la pandemia permita una mayor inclusión de la ciencia en los medios masivos de comunicación: “Ojalá que exista mayor interés, que se priorice un poco más la comunicación científica. Al ritmo que vamos tiendo a pensar que no va a ser tan así. Esperemos que exista un interés más profundo de los medios en llevar información verdadera que de completar las páginas con titulares”. 

A su vez, es momento de repensar la nueva normalidad teniendo en cuenta los reclamos vigentes y cómo combatir la desigualdad del acceso a las noticias, la situación detrás de cámaras y los peligros de las fake news. El momento es ahora, y la pandemia llegó para interpelarnos como comunicadores, espectadores, oyentes y lectores, de cara a pensar un periodismo post-pandemia inclusivo que se adapte a las nuevas realidades. 

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