Este tipo es bastante conocido, pero no por eso deja de ser extraño. El Bikram Yoga es un entrenamiento que dura 90 minutos, en el que se realizan 26 posturas diferentes de la disciplina y 2 ejercicios de respiración en una sala con una temperatura ¡de 42 grados centígrados!

Similar al efecto del sauna, solo personas que no sufran problemas del corazón y presión pueden hacer Bikram. Algunos de los atletas más osados se animan a practicarlo completamente desnudos.

Ideal para los fans de la saga de J.K. Rowling, esta divertida práctica incluye poses de serpiente y remeras temáticas de Harry Potter. La disciplina fue fundada en el aniversario de muerte de los papás de Harry y organizada por Isabel Beltran, una instructora mexicana que da clases en Texas, Estados Unidos.

Como no podía ser de otra manera, Alemania fue la cuna de este nuevo tipo de entrenamiento. El Beer Yoga combina el fitness, la relajación y, por supuesto, la cerveza. ¿Te imaginás hacer las poses del yoga tradicional con tragos de esta bebida al mismo tiempo? Aún no llegó a la Argentina, pero en poco tiempo se ampliará a otros países de Europa y seguramente a los demás continentes.

Muy popular en Sydney, Australia, este yoga toma algunas costumbres del sadomasoquismo. El Kink (por "perversión") se caracteriza por contar con determinados movimientos en los que los que lo practican deben interactuar con su fetiche sexual deseado, como el azote o las ataduras. Lo más complicado de este yoga es mantener la compostura y la relajación mientras se cumplen las fantasías de los participantes.