Barroco no es sólo una marca de vinos, también es la visión sin límites de su creador, el sommelier Roberto Romano, un buscador de vinos que expresen la identidad de distintas zonas vitivinícolas.

Esta marca con sello propio nace en el año 2013 cuando Roberto encuentra este riquísimo Viognier perdido en un tanque de acero de una bodega, que le despertó la necesidad de crear su marca y recorrer todas las regiones posibles descubriendo y creando joyitas enológicas para acercárselas a los amantes del vino.

Este inquieto sommelier hoy trabaja junto a intrépidos enólogos a lo largo del país para encerrar en las botellas de Barroco lo mejor que aporta la tierra junto a la magia del enólogo.

Este Viognier cosecha 2012 muestra una evolución increíble, esto se debe a que fermento en barricas de roble francés y a los diferentes tiempos de cosecha de sus uvas, en uno buscando más acidez y en el otro la maduración. Este vino blanco le regala a tus sentidos miel, fruta y almendras.

Ideal para: seducir a esa dama que creés inalcanzable. 

Luna Austral presenta un blend que suena muy bien, el Sintonía, un vino que se las trae con certificación biodinámica y todo.

Esta bodega de construcción redondeada sigue al pie de la letra la filosofía biodinámica creada por Rudolf Steiner en 1924. Para llevarla a cabo convocaron a un especialista en la materia encargándose de la plantación de las vides, al ingeniero agrónomo Mario Toso, quien preparó el terreno y las plantas para que el enólogo trasandino Álvaro Espinoza, otro entendido en biodinámica se encargue de la elaboración de los vinos.

El Sintonía cosecha 2013 es un blend de Merlot, Cabernet Franc y Malbec, todos viñedos propios de La Consulta, en el Valle de Uco, Mendoza. El resultado es un vino que mezcla la elegancia del Merlot con lo herbáceo del Cabernet Franc, a lo que se le suma la golosa fruta del Malbec.

Ideal para: quedar 10 puntos con tu amiga amante de la naturaleza. 

Finca Adelma es una bodega instalada en Mendoza, en el Valle de Uco, con más precisión en Tupungato a unos 1100 metros de altura. Un sueño familiar que hace vinos del alma.

Las uvas que dan nacimiento a este vino son de sus propios viñedos, las que selecciona cuidadosamente su enólogo Gabriel Bracconi, para después criarse en barricas de roble francés y americano por unos 18 meses, y luego esperar por lo menos un año en la bodega antes de salir a la venta. Todo para que Oscar Dresti y Jorgelina Ciuffo, dueños de la bodega puedan homenajear a Adelma, la madre de Oscar quien dejó huellas en su familia, como lo hacía en las arenas de la playa mientras contemplaba el mar, y así decidieron plasmarlo en esta etiqueta.

El vino se muestra rojo con toques violaceos, muy frutado en la nariz donde se le suman algunas flores de violetas, el paso por barricas le aportó algo de café y principalmente tabaco, dueño de una linda y potente entrada dulzona en boca, resulta un vino complejo y equilibrado.

Ideal para: regalárselo a esa persona que dejó marcas en tu vida.