La Bonarda es una cepa de origen italiano (aunque algunos franceses se la adjudiquen como propia) que supo reinar en los vinos de mesa argentinos por varios años.

Este Bonarda Saint Felicien de la Bodega Catena Zapata viene a demostrar que pasó de ser una cepa de vinos de mesa a vinos Premium y de alta gama. Esta variedad es una de las más plantadas en Argentina, y las vides que dan origen a este vino nacen de viñedos históricos de la bodega que datan de la década del 40, para que el enólogo Alejandro Vigil las meta unos 12 meses en barricas usadas de roble francés y americano buscando que el vino se críe manteniendo intactas las virtudes de la variedad.

Cuando mires a este vino lo vas a notar rojo casi negro, al olerlo frutos rojos maduros y un muy rico ahumado; entrada dulzona al tomarlo, con un gran balance entre potencia y sutileza.

Ideal para: disfrutarlo con unas pastas en una mesa familiar.

Vale: $319. 

La Cabernet Franc es tal vez la cepa del momento, o por lo menos es la uva elegida en estos últimos tiempos por los enólogos para hacer grandes vinos.

Como lo hizo el enólogo Gonzalo Carrasco y el equipo de Terrazas de los Andes incorporando a esta riquísima cepa a la línea Barrel Select, la que se define en el décimo mes de crianza, cuando eligen las barricas en que el vino se exprese de la mejor manera, continua la guarda unos seis meses más en roble francés. Las uvas que originan este vino vienen de la Finca Lican en Valle de Uco a 1200 mts sobre el nivel del mar.

En tu copa lo vas a ver rojo con algunas pinceladas moradas, al olerlo te llena la nariz de ciruelas y frambuesas maduras que se funden con morrones asados, humo y un refrescante eucalipto; cuando lo llevás a la boca, es un vino gordo pero delicado.

Ideal para: entender por qué el Cabernet Franc enamora tanto a los enólogos.

Vale: $390.