El colegio católico St. Edward de Nashville, situado en Tennessee, Estados Unidos, adoptó una insólita medida con respecto a los libros de Harry Potter: decidió quitarlos de la biblioteca por orden del pastor y director de la institución, Dan Reehil.
La razón está ligada a que los libros contienen "hechizos reales" que podrían ser un riesgo para los alumnos que asisten a la escuela. "Las maldiciones y hechizos utilizados en los títulos son reales y cuando los lee un ser humano se corre el riesgo de conjurar espíritus malignos", argumentó, a través de un mail que le envió a todos los padres del colegio.
Luego, añadió: "Estos libros presentan la magia como buena y mala, lo cual no es cierto, pero en realidad es un engaño inteligente". Lo cierto es que la medida no pasó desapercibida, ya que rápidamente se hizo eco en redes sociales.
Por su parte, en diálogo con el diario The Tennessean, la superintendente de las escuelas católicas de la Diócesis de Nashville, Rebecca Hammel, afirmó que espera que los adultos comprendan la "fe" detrás de la decisión.
"Realmente no entramos en la censura en tales asuntos a no ser que busquemos asegurarnos de que lo que ponemos en nuestras bibliotecas escolares sean materiales apropiados para la edad de nuestras aulas", indicó.
J. K. Rowling publicó una serie de libros que luego fueron adaptados a las películas, entre los que se encuentran: "Harry Potter y la piedra filosofal" (1997), "Harry Potter y la cámara secreta" (1998), "Harry Potter y el prisionero de Azkaban" (1999), "Harry Potter y el cáliz de fuego" (2000), "Harry Potter y la orden del fénix" (2003), "Harry Potter y el misterio del príncipe" (2005) y "Harry Potter y las reliquias de la muerte" (2007).