Ocurrió en la Liga de Serbia, en un partido entre el Borac Cacak y el Spartak Subotica. Antes de que terminara el primer tiempo una penal "inexistente" derivó en un insólito modo de protesta.
Los jugadores del Borac, con gritos y empujones, le reclamaron al árbitro la jugada, pero de nada sirvió porque el penal ya estaba cobrado y Spartak sumó un gol.
Fue entonces, cuando a modo de protesta, los futbolistas del Borac Cacak se sentaron en medio de la cancha, de espaldas a sus rivales y se negaron a continuar con el juego.
El equipo rival, efectuó el saque de mitad de cancha pero como muestra de respeto, decidió no atacar en el arco contrario. Tras reanudarse el encuentro, el Spartak Subotica marcó dos goles, otro más de penal, y se llevó el triunfo 3-1.
ANTECEDENTES EN ARGENTINA
En 1933 Gimnasia y Esgrima de La Plata debía disputar la final del campeonato con San Lorenzo. Los jugadores de el "expreso", como lo reconocían en aquel entonces, enojados por los fallos del árbitro se sentaron en el campo de juego a esperar los goles de San Lorenzo y apenas levantarse para sacar del medio de la cancha, cada vez que los rivales convertían.
Así se llegó hasta el 7-1 en medio de los silbidos hacia el árbitro Rojo Miró, quien finalizó el partido diez minutos antes de tiempo.