El tratamiento con una receta casera súper fácil que ayuda a combatir la adiposidad localizada, gracias a las propiedades antioxidantes y rejuvenecedoras de la yerba
A todas las mujeres tarde o temprano nos aqueja el tema de la celulitis, en mayor o menor medida, antes o después, pero casi ninguna puede escaparle. Existen variados tratamientos que la disminuyen y hasta incluso, dependiendo el grado, la erradican. Pero… ¿qué hay de la yerba mate? ¿cuáles son sus beneficios?
Este activo original de América del Sur era utilizado por los pueblos guaraníes para, entre otras cosas, purificar la sangre y restaurar el color del cabello. Desde ese entonces se dieron a conocer la propiedades de la yerba mate como antioxidante, rejuvenecedora y protector cardíaco.
La adiposidad en muslos, brazos, glúteos, abdomen, comienza por una falla en la micro-circulación venosa. Este trastorno circulatorio hace que aumente la permeabilidad capilar y que los líquidos se filtren hacia el espacio tisular, como consecuencia de este proceso aumentan los edemas y se promueve una mayor síntesis de la cantidad de triglicéridos que se acumular dentro del adiposito, comúnmente conocido como “pocito”, aumentando su tamaño.
Para combatirla o disminuirla existe una preparación que activa las propiedades de la yerba haciendo que trabaje sobre la piel afectada. Para realizar la mascarilla se necesita una cucharada de yerba, una de aceite de oliva, una de germen de trigo, un puñado de hojas de menta y cáscara de limón rallada.
Preparación:
Calentar media taza de agua (sin que llegue a hervir). Agregar la yerba y dejarla reposar cinco minutos y colar. Luego, tomar una cucharada de la preparación, mezclarla con el aceite, el germen de trigo y las cascaritas de limón hasta que se forme una pasta.
Aplicarla sobre la zona afectada, previamente exfoliada. Dejar actuar unos 15 ó 20 minutos y enjuagar con agua tibia.
Una buena opción para enfrentar el verano sin tapujos. ¿La innovarias?