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Para el verano: una nueva tecnología bloquea el calor solar que entra por la ventana.

Una nueva tecnología permite reducir la temperatura en el hogar y bajar los costos de aire acondicionado sin afectar la iluminación.

Para el verano: una nueva tecnología bloquea el calor solar que entra por la ventana.
El film del MIT sin ser activado (MIT News)

Un grupo de investigadores de Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) desarrolló un nuevo material que, aplicado a una ventana, bloquea un 70 por ciento del calor sin impedir completamente la entrada de luz.

El objetivo, explican los investigadores, es reducir la utilización del aire acondicionado en grandes empresas y hogares para disminuir los costos para los usuarios pero, sobre todo, la emisión de gases a la atmósfera que aceleran el cambio climático.

Colaborando con la Universidad de Hong Kong, el equipo a cargo del profesor de ingeniería mecánica Nicholas Fang desarrolló un film (similar al utilizado en la cocina) compuesto por micro partículas que se contraen cuando se exponen a temperaturas superiores a los 32 grados centígrados

El film del MIT en acción | Imagen: MIT News

Aplicado a una superficie transparente (como un vidrio), el film es imperceptible. Pero cuando las partículas se contraen y se compactan la superficie se vuelve translúcida, como si el vidrio estuviese congelado.

Según los resultados del equipo, esta tecnología permite refractar el 70 por ciento del calor proveniente del sol y se estima que si todas las ventanas de un edificio tienen el tratamiento, el consumo de electricidad puede reducirse en un 10 por ciento.

El experimento se probó en una pequeña cámara que fue atacada con un simulador de luz solar. Sin el film la temperatura en el interior de la cámara llegó a los 38.8 grados centígrados (102 grados Fahrenheit), mientras que después de la aplicación la temperatura se redujo a 33.8 grados centígrados (93 grados Fahrenheit).

“Es una gran diferencia [de temperatura],” explicó Fang. “Puede ser un gran cambio en materia de confort.”

En los Estados Unidos el 6 por ciento de la electricidad producida se utiliza en equipos de aire acondicionado, que representan un costo anual de 29.000 millones de dólares, según el informe del Instituto. 

Se espera que ese costo no solo aumente por los cambios de temperatura proyectados a futuro, sino por la inminente llegada de las ventanas inteligentes, que no son eficientes en la refracción de la luz solar y en ciertos casos necesitan energía extra para oscurecerse.

Este tipo de materiales podría ayudar a aumentar la eficiencia de esos dispositivos y con ello favorecer la creación de espacios que impacten menos el medio ambiente. 

Fang y su equipo continúan ajustando la fórmula del film para mejorar sus propiedades, por lo que muy lejos se encuentra de una producción masiva. Pero es una inteligente alternativa para intentar cambiar un futuro en apariencia inevitable.

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