Horas antes del duelo ante Francia por los octavos de final del Mundial de Rusia, Lionel Messi recibió la visita que más esperaba. Luego de ausentarse durante toda la fase de grupos, Antonela Roccuzzo, la esposa del capitán de la Selección Argentina, arribó a Kazán junto a los tres hijos de la pareja, Thiago, Mateo y Ciro, y visitó a su marido ayer a la noche en el hotel Ramada, donde el equipo nacional está concentrado.
La familia de la Pulga llegó al hotel en uno de los autos oficiales de la FIFA cerca de las 23.30, luego de que la delegación nacional compartió la cena y el festejo por el cumpleaños de Éver Banega.
El rosarino ya había recibido la visita de su mamá, Celia Cuccittini, en anteriores encuentros de familiares con jugadores, incluso en el búnker del seleccionado en la ciudad de Bronnitsy.