La decisión de Lorena Villaverde de no asumir la banca en el Senado quedó planteada públicamente a través de un extenso mensaje que difundió en X. La legisladora confirmó que continuará en la Cámara de Diputados y explicó que su determinación se vincula con motivos personales y con el impacto que, según planteó, tuvieron en su trayectoria reciente distintas situaciones que describió como operaciones en su contra.

En ese texto dirigido al presidente Milei, Villaverde repasó los principios que guiaron su ingreso a la política: “Me dirijo a usted con el respeto y la convicción profunda que me trajeron a la vida pública: la defensa irrestricta de la libertad, el apego absoluto a nuestra Constitución Nacional”. También manifestó su alineamiento con el oficialismo al expresar: “El compromiso inquebrantable con el proyecto de transformación que usted lidera y que, sin exagerar, está marcando un antes y un después en la historia argentina”.

En cuanto al contexto en el que tomó la decisión, señaló que atravesó meses en los que fue blanco de maniobras orientadas a afectar su imagen: “En estos meses fui víctima de operaciones mediáticas obscenas, maliciosas y profundas, diseñadas para destruir, desgastar y humillar”. En la misma línea añadió que se trató de “una violencia calculada contra una mujer, una madre y una dirigente que incomoda a la vieja política”.

También atribuyó a sectores políticos un intento de utilizar su situación para influir en debates parlamentarios y en la conformación de la estructura legislativa del oficialismo. “Sectores del viejo régimen han intentado convertir mi situación personal en una herramienta para frenar las reformas, obstaculizar la conformación del bloque oficialista en el Senado y desgastar al proyecto de cambio”, indicó.

Además, explicó que su renuncia no está vinculada a las causas judiciales que la incluyen y que el momento elegido para anunciarla obedece a su interpretación sobre cómo podía incidir en el proceso legislativo. En ese sentido, escribió: “Lo hago porque sé que dilatar decisiones solo beneficia a quienes quieren ver caer este proceso de transformación”. "Yo soy libre y voy a defender la libertad, incluso si eso implica dar un paso al costado. Solo renuncio a ser usada como herramienta para dañar al gobierno, a las reformas y al futuro de los argentinos", cerró.