El impacto de la tormenta que azotó el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) en la madrugada del sábado generó escenas de caos: se registraron acumulados de 115 milímetros de lluvia en pocas horas en la Ciudad de Buenos Aires, superando incluso el promedio habitual mensual.
Las principales zonas afectadas incluyeron barrios del noroeste porteño, como Villa Devoto, Villa Urquiza, Villa Santa Rita y Villa Pueyrredón, donde los residentes reportaron calles anegadas, autos varados y cortes de tránsito sobre avenidas estratégicas como la Avenida General Paz.
Se informó que aproximadamente 15.000 usuarios de EDESUR y 7.000 usuarios de EDENOR estaban sin servicio eléctrico en pleno día, lo que complicó aún más la situación para cientos de familias que ya enfrentaban inundaciones y problemas de evacuación.
Las autoridades porteñas y provinciales activaron sus equipos de emergencia: se desplegaron unidades de Defensa Civil, camiones de Espacio Público, Bomberos, Guardia de Auxilio y tránsito para asistir en las zonas más comprometidas. Según funcionarios del gobierno de la ciudad, el suelo saturado, combinado con la lluvia intensa, agravó el escurrimiento del agua y provocó acumulaciones críticas.
El pronóstico señaló que las lluvias más fuertes ya habían pasado, pero se mantenían alertas por nuevos chubascos o ráfagas de viento en la región. Se recomendó a la ciudadanía evitar transitar hasta que baje el agua y tomar precauciones con instalaciones eléctricas por la saturación del sistema de drenaje.