Desde temprano, hombres y mujeres se concentraron frente a la Asociación Madres de Plaza de Mayo en la Ciudad de Buenos Aires, con pancartas que denunciaban la prolongada detención de Milagro Sala, quien este domingo alcanzó los 3.500 días presa.

Desde allí, una caravana partió rumbo a La Plata en respaldo a la dirigente social. Antes de llegar a su destino final, el colectivo de manifestantes detuvo su marcha en San José al 1111 para saludar a Cristina Fernández de Kirchner, presa domiciliaria por dos meses tras su condena en el caso Vialidad. Vecinos y militantes cantaron y esperaron bajo el balcón donde se asomó la ex presidenta. 

La caravana proseguirá su recorrido hacia La Plata, donde se espera llegar a la Plaza Moreno y finalizar en la casa de Sala. El trayecto simboliza un reclamo colectivo por su liberación y por la visibilización de su prolongada situación judicial.

Entrevistada en radio, Sala hizo referencia a su estado emocional y de salud. Dijo que “vamos a recuperar todo, sobre todo las ganas de vivir”, y expresó sentirse “muy respaldada” por quienes la acompañan incluso sin conocerla personalmente.

Además, mencionó el deterioro de su salud, en particular por una trombosis venosa profunda que le causa dolor en las piernas y limita su movilidad.