El paso por Hungría le dejó un sabor amargo a Franco Colapinto. Es que las buenas sensaciones con las que el piloto argentino había terminando el sábado después de lograr el 14° puesto en la clasificación, se le diluyeron al día siguiente en la carrera, en la que finalizó 18°, beneficiado por el abandono de Oliver Bearmean y sólo por delante de su compañero de equipo, el francés Pierre Gasly, que fue sancionado.

Más allá del pequeño despiste en la segunda curva después de la largada, que le hizo perder algunas posiciones, el oriundo de Pilar padeció la pérdida de tiempo en las dos paradas en boxes, que demoraron mucho más de lo habitual.

La primera detención fue al final de la vuelta 13, cuando cambió neumáticos medios por duros. El proceso duró 11 segundos, cuando habitualmente suele durar poco más de dos. Esto catapultó las chances del número 43 de recuperar posiciones.

Luego volvió a entrar a boxes en la vuelta 36 para cumplir con la segunda parada programada dentro de su estrategia y poner un nuevo juego de neumáticos duros. Pero el pit stop, otra vez, fue muy lento: duró 7 segundos, un registro muy por encima del de Gasly, que sólo demoró 2.5 en su única parada.

A raíz de esta situación, según información de Motorsport, Alpine abrió una investigación interna para saber qué falló y evitar que vuelva a ocurrir cuando la Fórmula 1 retome la actividad el 31 de agosto con el Gran Premio de Países Bajos. La principal hipótesis se centra en un "posible problema de software" con la pistola neumática que podría no haber detectado correctamente el ajuste de la rueda trasera izquierda, lo que demoró la orden para liberar el coche y que pueda volver a la pista.

"Paramos muy temprano, perdimos mucho tiempo y después tuve como ocho banderas azules porque me pasaron dos veces los mismos, así que habré perdido otros 15, 20 segundos. Creo que no teníamos un mal ritmo pero fue un desastre la verdad", resumió Colapinto sobre su paso por Hungría, en lo que fue su octava carrera como piloto de Alpine.