La novela romántica inspirada en la Fórmula 1 que le hace un guiño a Franco Colapinto
"Tan rápido como quieras", el nuevo libro de Flor Zimmerman, cuenta la historia de amor entre una periodista y un piloto de la máxima categoría del automovilismo.
Argentina vive un furor por la Fórmula 1 desde la llegada de Franco Colapinto a la máxima categoría del automovilismo, que acercó a nuevas generaciones a un deporte que siempre tuvo una rica tradición en nuestro país. En este contexto, la escritora y runner, Flor Zimmerman, lanzó "Tan rápido como quieras", una novela que fusiona el deporte motor y el amor, y tiene algunos guiños con el presente del piloto argentino.
Dentro del subgénero sport romance, que combina historias centradas en el deporte con elementos románticos, la novela se trata de Victoria, una joven periodista que está dispuesta a escribir sobre cualquier tema para ganar reputación. Sin embargo, su jefa le propone el único desafío que hubiese preferido evitar: viajar como corresponsal para cubrir la temporada de Fórmula 1 para seguir de cerca a Guido Brunelli, la nueva promesa de la escudería Harris, que está causando furor entre los fanáticos.
Cuando llega a Monza, Italia, Victoria queda obnubilada por el magnetismo de Guido y, entre ambos, construyen una relación luchando permanentemente con la presión mediática y la vertiginosa vida del piloto.
Flor Zimmerman, autora de "Tan rápido como quieras". Foto: Instagram @imflorza.
"Me puse a investigar sobre un tema que encontré apasionante. Si bien la Argentina siempre fue un país fierrero, los jóvenes no vivimos la época dorada. La llegada de Franco Colapinto acercó a las nuevas generaciones a este deporte. No solo por su talento al volante, sino también por su carisma", contó la también autora de "Corre, corazón", que no dudó en aceptar la convocatoria de Penguin Random House para darle vida a esta historia.
En ese sentido, Flor explicó que su nueva obra le cambió la forma de escribir ficción a la que estaba acostumbrada. "Antes lo hacía usando mis preocupaciones como motor y las letras como terapia. Aquí abandoné la escritura pasional, que sigue el capricho de la inspiración. Como resultado, puse toda mi cabeza al servicio de la historia y pude oír con más claridad lo que los personajes necesitaban", señaló.
"Me discipliné y escribí todos los días. Llevaba siempre conmigo un cuaderno y así hice de tiempos muertos y espacios de paso, como el subte o salas de espera, mi escritorio. El movimiento me resulta muy inspirador", sentenció Zimmerman, cuya nueva obra es furor en redes sociales e ideal para leer a 350 kilómetros por hora.