En la jornada del jueves, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, será sometido a una nueva operación para detener el flujo de hemorragia en el cerebro. La intervención consiste en una embolización de la arteria meníngea media, con el objetivo de evitar la acumulación de sangre en la zona afectada.
En un comunicado, el equipo médico informó que Lula permaneció en cuidados intensivos en el Hospital Sírio-Libanês de San Pablo y que pasó el día sin complicaciones. Según el parte médico, el mandatario "realizó fisioterapia, caminó y recibió visitas de familiares".
Además, se detalló que la cirugía endovascular será realizada mañana por la mañana, con más actualizaciones previstas en una conferencia de prensa a las 10 am.
El líder del Partido de los Trabajadores, de 79 años, fue operado de urgencia en la madrugada del martes para drenar un hematoma en la cabeza, como consecuencia de una caída sufrida en octubre en el baño de su casa. De acuerdo con el hospital, Lula "evolucionó bien" tras la cirugía inicial y se encuentra "lúcido, orientado y conversando".