“La Madre”, obra del dramaturgo francés, Florian Zeller y protagonizada por Cecilia Roth y Gustavo Garzón llegó al teatro con dirección general de Andrea Garrote con funciones en el Teatro Picadero de jueves a domingo. El elenco se completa con Martín Slipak y Victoria Baldomir.

El momento en que los hijos se van de la casa puede ser desolador para las madres. Acostumbradas a convivir con ellos, las madres suelen vivir ese momento con intensidad y sensaciones encontradas: por un lado, el crecimiento de un hijo, pero por otro, pensar que la vida de ellas también cambian.

“La Madre” sigue la vida de Anne, quien ha construido una vida alrededor de su hijo Nicolás, y a partir de que se va de la casa, se enfrenta a la pérdida, al nido vacío y al verdadero vínculo con su marido. En esa situación, se pregunta si realmente se dedicó a vivir su propia vida o la de los demás, si existen límites para el amor de una madre, entre otros.

Gustavo Garzón dialogó con Filo.News acerca de qué significa para él participar en esta obra de teatro y cuáles fueron los desafíos.

*¿Qué sucede en esa situación de “nido vacío”, cuando un hijo crece y deja el hogar?

- Muchas veces los padres sufren y no saben qué hacer con su vida, porque si no tenés una vida medianamente armada, con un proyecto individual más allá del familiar, te encontrás ante un abismo. Esto le pasa a la protagonista de la obra, no encuentra respuesta ante este vacío porque no estaba preparada para eso. Creo que el secreto es prepararse, porque en algún momento los hijos se van y está bien que así sea, no hay que retenerlos. No es responsabilidad de los hijos la felicidad de los padres, porque es una carga muy grande. 

*¿Qué me podés contar de esta particularidad de la obra que tiene escenas que se repiten?

- Considero que la originalidad está justamente en el planteo, en la escena que se repite. La acumulación en la repetición termina puede ser medio asfixiante para quien lo recibe, pero para nosotros es un juego. Hay que vivirla, entregarse a la experiencia y ver después si estás conmocionado, si sufriste, si te divertiste, pero no se trata de entenderla. Esa incomodidad que genera el espectador, que no permite que esté ausente o indiferente. Pero hay que estar muy atento todo el tiempo, Es un mérito de la obra para eso.

* ¿Qué es lo que más te gusta de trabajar en teatro?

- Yo en el teatro descanso; sé que soy bien recibido, que hago lo que me gusta, entrego lo mejor de mi y me voy siempre con mi energía renovada. Para mí es un hecho vital y me hace muy bien. Será que necesito descansar más de mi propia cabeza y ahí puedo hacerlo, porque mi cabeza está obligada a estar concentrada en otra cosa que no soy yo, es otra cosa.

*¿Cómo es trabajar con Cecilia Roth en esta obra?

- A mi me encanta lo que hace. Ella es la protagonista y los demás la acompañamos. En el teatro entrega todo sus matices, me gusta trabajar con ella porque está muy conectada con su personaje. Cuanto mejor es el actor con el que uno tiene que trabajar, más fácil es hacer la tarea. Se disfruta mucho viendo lo que Cecilia hace.

*¿Cuál es tu opinión con respecto a las políticas del Gobierno en relación a la cultura?

- Nos sentimos despreciados, ignorados y acusados de ladronas. Es indignante el trato que el Gobierno le da a la cultura. También lo cara que está la vida para todo, y el Gobierno no hace nada para ayudar a que la vida sea un poco más fácil en lo económico. Además, decir que el INCAA es un nido de ratas que son todos ladrones, es no reconocer todo lo que se hizo, porque se hizo mucho. Nos queda el teatro, que quizás es nuestra posibilidad de supervivencia. Yo tengo suerte en el teatro ahora, pero hay muchos colegas míos que no, no, no tienen que vivir y es muy triste y nadie hace nada al respecto.