Luego de "Dahmer", Netflix contará el caso de los hermanos en "Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez"
Los realizadores Ryan Murphy e Ian Brennan continúan llevando a la pantalla resonantes crímenes reales, invitando a preguntarse: "¿Quiénes son los verdaderos monstruos?"
El próximo 19 de septiembre llega a Netflix, "Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez", que continúa la serie antológica que comenzó con "Dahmer", la adaptación protagonizada por Evan Peters, de las producciones más vistas de la plataforma.
Los realizadores Ryan Murphy e Ian Brennan (también creadores de "Vigilante") retoman la dirección para contar otro estremecedor caso real, que pone al clan Menendez en el centro de la escena, crimen que condenó a los hermanos en 1996 por los asesinatos de sus padres, José y Mary Louise "Kitty".
El ganador del Oscar Javier Bardem ("Mar adentro", "No Country for Old Men", y "Dune" entre sus recientes actuaciones) encabeza el elenco que se completa con las actuaciones principales de Nicholas Alexander Chavez y Cooper Koch, en el rol protagonista, junto a Chloë Sevigny, Nathan Lane (como Dominick Dunne), y Ari Graynor (como Leslie Abramson).
En otros roles, Leslie Grossman (como Judalon Smyth), Dallas Roberts (como el Dr. Jerome Oziel), Paul Adelstein (como David Conn), Jason Butler Harner (como el Det. Les Zoeller), Enrique Murciano (como Carlos Baralt), Michael Gladis (como Tim Rutten), Drew Powell (como el Det. Tom Linehan), Charlie Hall (como Craig Cignarelli), Gil Ozeri (como el Dr. William Vicary), Jeff Perry (como el Peter Hoffman), Tessa Auberjonois (como el Dr. Laurel Oziel), Tanner Stine (como Perry Berman), Larry Clarke (como Brian Andersen), Jade Pettyjohn (como Jamie Pisarcik), Marlene Forte (como Marta Cano).
El equipo detrás de cámaras se completa con Max Winkler, Paris Barclay, Michael Uppendahl, Carl Franklin, mientras que en la escritura de guión colaboraron también con Murphy y Brennan, Reilly Smith, David McMillan, Todd Kubrak.
Sobre el caso real
El 20 de agosto de 1989, en la mansión de la familia, en el 722 de North Drive Elm en Beverly Hills, los hermanos Lyle y Erik culminaron con la vida de su madre y su padre. La condena llegó en 1996 y la acusación alegó que pretendían heredar la fortuna familiar.
Sin embargo, hasta la actualidad -ambos tienen entre 54 y 56 años- mientras cumplen su condena perpetua, aseguran la violencia a la que sus progenitores los sometieron con abusos físicos, emocionales y sexuales.