El gobierno negocia en las últimas horas el traspaso de 31 líneas de colectivos que circulan en la Ciudad de Buenos Aires. El diálogo abarca si, a partir de septiembre, estarán bajo la responsabilidad del gobierno porteño. 

Esta decisión daría fin a la interrogante acerca del recorrido de las líneas y sus frecuencias. Sin embargo, la incertidumbre aguarda al comienzo de mes próximo.

El conflicto es entre CABA y el gobierno nacional, ya que los colectivos que circulan por provincia son de índole nacional y no los regula el ministerio porteño. 

La transferencia, que haría responsable a Jorge Macri, significaría el mantenimiento de las líneas con un costo aproximado de $8.500 millones.

Además, el traspaso de la jurisdicción implicaría la quita de subsidio que recibían las empresas para mantener sin aumentos los pasajes, por lo que también se retiraría el financiamiento del boleto integrado de la Red Sube para aquellos que hacían un viaje en un rango de dos horas. 

Sin que el acuerdo cerca de concretarse, el vicepresidente de la Asociación de Empresarios de Transporte Automotor (AAETA), Luciano Fusaro, confirmó la reducción de servicios ante la quita de subsidios. 

En diálogo con Radio 10, Fusaro aseguró: “Lo que vamos a hacer es reducir los servicios nocturnos como preventiva de evitar una parálisis total”. 

Además, el vicepresidente de AAETA aseguró que no saben el escenario en el que se encontraran a partir de septiembre debido al tire y afloje del traspaso de líneas entre el gobierno nacional y el porteño.