En la jornada del martes, la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires difundió su informe mensual sobre canastas de consumo y comunicó que una familia necesitó más de $860.100 en mayo para no ser considerada pobre. Esta cifra representa un incremento de aproximadamente 4% en comparación con abril.

El mismo grupo familiar, compuesto por una mujer y un hombre de 35 años económicamente activos y con hijos de 9 y 6 años, precisó $486.068 para no caer por debajo de la línea de indigencia, que corresponde a la Canasta Básica Alimentaria (CBA).

Para ser considerados parte de la clase media en CABA, esta familia debía tener ingresos de al menos $1.339.751,45, mientras que los hogares con ingresos de $4.287.204,64 o más son clasificados como "sectores acomodados".

Una pareja de adultos mayores económicamente inactivos y propietarios de vivienda necesitó $245.425 para no ser considerada indigente y $425.487 para no ser considerada pobre. Por otro lado, un hogar unipersonal compuesto por un varón de 25 años económicamente activo y propietario requirió $159.367 para no caer en la indigencia y $300.990 para no ser considerado pobre.

En el caso de una pareja de 25 años, ambos económicamente activos y propietarios, la CBA se ubicó en $294.828 y la CBT en $492.425. Además, la situación se complicó para quienes alquilan, ya que una pareja de 25 años económicamente activa pero no propietaria de vivienda necesitó $294.828 para no ser considerada indigente y $575.667 para no ser considerada pobre.

Además, la Canasta Alimentaria para una familia tipo porteña se elevó en mayo a $529.195 y la Canasta Total a $1.071.801, reflejando el impacto de la inflación y el incremento de costos en la economía familiar en la Ciudad de Buenos Aires.