En los últimos días, Kylian Mbappé dejó atrás su ciclo en Paris Saint-Germain (PSG) y fue anunciado como flamante refuerzo del Real Madrid, pero sus declaraciones sobre la mala relación con la dirigencia del equipo de la capital francesa hacen que la historia continúe extendiéndose.
De hecho, después de que se haya anunciado el pase a su nuevo equipo, el futbolista manifestó que "me hablaron de manera violenta, por eso estaba seguro de que no iba a jugar más", y que "Luis Enrique y Luis Campo me han salvado, sin ellos no hubiera puesto un pie en el campo de juego", la dirigencia parisina al mando de su dueño, Nasser Al-Khelaifi, se manifestó de forma contundente.
Según informó AFP, el PSG señaló que el subcampeón del mundo en el Mundial de Qatar 2022 "no tiene ninguna clase", y que "Nasser Al-Khelaïfi nunca tomó la más mínima decisión al equipo. Luis Enrique incluso lo dijo él mismo pero, a pesar de todo, Mbappé dice algo y todo el mundo lo asume como si fuera verdad". Además, advirtió que "a su debido tiempo se revelará todo, toda la verdad" sobre el caso.
Por otro lado, el medio francés L'Équipe informó que el club presiona al futbolista "recuperar" 80 millones de euros equivalentes a la prima de fidelidad a la que el jugador había propuesto renunciar el pasado verano europeo a cambio de ser reintegrado en el grupo del que se lo había excluido.
Además, el club parisino le ha retenido hasta ahora dos mensualidades y una prima que estaba prevista porque la prima ya se le había dado en febrero, con la esperanza de que el Real Madrid pusiera el dinero, pero al notar que el club español no iba a hacerlo debido a que no tiene ninguna obligación, ya que Mbappé llega libre, el presidente del PSG, Al Khelaïfi, buscó otra forma para forzar a que el jugador cumpliera su promesa.