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Salud

Día Mundial de la Conciencia sobre el Estrés: tips para gestionarlo apropiadamente

El 16 de abril marca un día de reflexión sobre la relevancia de gestionar eficazmente el estrés en nuestras vidas, al conmemorarse el Día Mundial de la Conciencia sobre el Estrés. En esta nota algunas observaciones y consejos de Laura Maffei (M.Nº 62441.), médica endocrinóloga y referente en su área a nivel nacional e internacional.

Día Mundial de la Conciencia sobre el Estrés: tips para gestionarlo apropiadamente

La situación actual en Argentina ha exacerbado los niveles de estrés en la población, con problemas económicos persistentes, altos niveles de desempleo y una incertidumbre generalizada. Esta realidad subraya la importancia crítica de abordar el estrés de manera efectiva, tanto a nivel personal como social, para salvaguardar el bienestar emocional y la salud de todos los argentinos.

El estrés es la respuesta fisiológica, conductual y psicológica que comúnmente utilizamos para afrontar y adaptarnos a las diversas demandas del día a día. Así, surgen los denominados “estresores”, condiciones ambientales generadoras de estrés y cuya manera de afrontarlos forma parte de la cotidianidad. Se trata de cualquier objeto, suceso o situación del pasado, presente o futuro que genera diferentes reacciones en nosotros y permite que tengamos diversas formas de enfrentarnos a los nuevos escenarios. 

Existen dos tipos de estresores; por un lado, los estresores absolutos, que suponen una amenaza para la vida o un riesgo mortal. Son situaciones dónde no hay tiempo para la evaluación ni la racionalización. Por otro lado, los estresores relativos, aquellos que nos afectan en la vida cotidiana pero no ponen en riesgo nuestra supervivencia. 

En este orden, el impacto permanente de estos estresores no permite que nuestro organismo se reponga del efecto de la adrenalina y el cortisol, y esto produce que nunca desactive su estado de alerta. La clave de estresarnos no se halla tanto en el estresor en sí, sino en cómo lo descubrimos; es decir, nuestra percepción tanto del estímulo como de los recursos de los que disponemos para hacerle frente. Ambos aspectos son determinantes para que nuestro estrés se dispare o mantengamos la calma.

Por tanto y bajo mi perspectiva, una apropiada gestión del estrés empieza por conocer e identificar las fuentes que lo originan. Lo que en principio parece fácil puede no serlo, ya que los estresores no siempre son evidentes y nos acompañan día a día, sin darnos tiempo a veces para recuperarnos.

La Dra. Sonia Lupién, fundadora del Centro de Estudios sobre el Estrés Humano, define al acrónimo C.I.N.E como las características que debe tener una situación para desencadenar un aumento de las hormonas de estrés. 

C: Pérdida de control
I: imprevisibilidad
N: Novedad 
E: Afectación del ego

En una investigación en la que se vinculó la reactividad con el nivel de estrés en poblaciones similares de Brasil y Canadá, se demostró que los brasileños tienen estos ítems aumentados en relación con los canadienses. Sin embargo, ¿qué película nos hacemos en el C.I.N.E argentino en relación con el estrés? Lamentablemente, hasta ahora no se realizó un estudio similar en nuestro país, pero sí observamos que los síntomas de estrés crónico se encuentran presentes desde hace tiempo en nuestra comunidad.

No es posible identificar a cuál de los 4 ítems del acrónimo somos más sensibles en un enfoque social. Pero, evidentemente hace mucho tiempo que los argentinos perdimos el control de numerosos sucesos. La imprevisibilidad aun dentro de la pandemia domina, lo nuevo forma parte del día a día y no nos sacamos 10 en autoestima (ego).

También es verdad que individualmente cada persona es sensible a uno o a todos estos ítems que componen el acrónimo. Así, cuando hablamos de situaciones estresantes, nos podemos referir a connotaciones negativas, como un despido laboral o un divorcio; y también a momentos que tienen un carácter positivo que pueden estresarnos igualmente, como casarnos o comenzar en un nuevo trabajo.

De esa forma es muy posible, aunque no se encuentre documentado como en el estudio antes mencionado, que nuestras hormonas de estrés permanezcan elevadas de manera constante. Cuando esto ocurre, el sistema de regulación de estrés se perturba y se suscita una producción inadecuada de nuestras hormonas de estrés (cortisol y adrenalina) provocando alteraciones emocionales como cansancio, depresión, ansiedad, falta de motivación. También podemos evidenciar alteraciones físicas como diabetes, aumento de peso, infartos, accidentes cerebro vasculares, dermatitis, enfermedades autoinmunes o malignas, susceptibilidad a las infecciones, entre otras.

Algunos tips para recuperar el buen funcionamiento de las hormonas de estrés:

1. Practicar actividad física es indispensable. Mover el cuerpo regula el cortisol, mejora el estado de ánimo estimulando nuestro antidepresivo natural, la serotonina, y la oxitocina, la hormona antídoto del cortisol. 

2. El abrazo estimula la secreción de oxitocina (también llamada la hormona del amor o del abrazo). Así que, tener un espacio de placer propio, ¡está recetado por indicación médica!

3. El denominado “efecto madre Teresa” o simplemente las acciones solidarias no solo ayudan al prójimo, sino que ayudan a regular el cortisol propio. 

4. Practicar respiraciones profundas ayuda a regular el cortisol y, de esta forma, el cerebro recibe el mensaje de que está todo bien; por lo tanto, da la orden de suspender la secreción de cortisol.

5. Los que practican el teletrabajo deben realizar pausas activas, mover el cuerpo, caminar y reírse. Todo esto ayuda a mantener estable los niveles de cortisol.

6. Debemos pensar en soluciones posibles. Hacer varios planes ante una misma dificultad. Encontrar diferentes posibilidades optimizará los niveles de cortisol y nos brindará una mejor calidad de vida.

7. Otras herramientas alternativas pueden ser el Coaching para destrabar situaciones o procesar emociones, también la terapia cognitivo conductual o el biofeedback. 

Identificar nuestras fuentes de estrés permitirá ser mucho más conscientes de cómo nos afectan determinados estresores; y, en consecuencia, tener la capacidad de elegir las estrategias adecuadas para afrontarlos. Las hormonas de estrés en su nivel óptimo son las mejores herramientas para conseguir y preservar nuestro bienestar físico y psicológico. ¡Probemos de optimizarlas! 

Dra. Laura Maffei (M.Nº 62441.), endocrinóloga de amplia trayectoria y referente en su área a nivel nacional e internacional. Directora de Maffei Centro Médico. @dralauramaffei

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