La oposición avanza en Lomas de Zamora contra Insaurralde tras el escándalo del yate
Luego de décadas de gobiernos peronistas, la oposición ve una oportunidad de ganar en Lomas de Zamora tras los escándalos protagonizados por Martín Insaurralde en Marbella y las repercusiones por el caso de "Chocolate" Rigau, el puntero que retiraba dinero de empleados de la Legislatura bonaerense.
El escándalo originado por el viaje de Martín Insaurralde a Marbella, en compañía de la modelo Sofía Clérici, abrió una impensada puerta a las fuerzas opositoras a nivel municipal en Lomas de Zamora, que por primera vez en muchos años ven como probable una victoria en un distrito gobernado por décadas por el justicialismo.
Tanto en La Libertad Avanza como en Juntos por el Cambio crecen las esperanzas de llegar al domingo en un final de cabeza a cabeza entre estas fuerzas y el peronismo, que ponga en jaque el imperio político y territorial que Insaurralde supo construir en Lomas de Zamora.
Precisamente allí se realizará este jueves el cierre de campaña a nivel bonaerense de Juntos por el Cambio, que contará con la presencia de Patricia Bullrich, Néstor Grindetti, y el candidato a intendente lomense del espacio, Guillermo Viñuales.
En las elecciones primarias de agosto el postulante oficialista Federico Otermín -mano derecha de Insaurralde- ganó con el 42% de los votos, con una ventaja apreciable sobre la suma de Juntos por el Cambio (27%) y el libertario Antonio Volponi, que arrastrado por la excelente performance de Javier Milei llegó al 21%.
Pero esos comicios fueron antes del denominado MarbellaGate y del ChocolateGate (el escándalo del puntero que fue detenido con 48 tarjetas de débito de empleados legislativos bonaerenses), cuyas esquirlas también llegaron hasta Lomas, ya que Otermín, el candidato a intendente local del kirchnerismo, es el presidente de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires.
El golpe político en los primeros días fue tremendo para el justicialismo local, cuyo jefe Insaurralde tuvo que ser bajado o retirado de todos los cientos de carteles proselitistas que inundaron el municipio apenas comenzó la campaña.
Insaurralde, apenas conocidas las fotos de su paseo por el Mediterráneo, tuvo que renunciar a la Jefatura de Gabinete bonaerense. Incluso su obligada renuncia como primer candidato a concejal de Lomas de Zamora, exigida por el propio ministro de Economía de la Nación y postulante presidencial de Unión por la Patria, desencadenó discusiones internas para ver como se acomodaban las fichas en el nuevo tablero comunal.
Tras varios días en los que la Municipalidad estuvo virtualmente paralizada, y los candidatos oficialistas desaparecidos de los lugares que solían frecuentar, principalmente en los barrios más carenciados, de a poco la fuerza se armó de valor para ir a explicar a la militancia que más allá de lo que Insaurralde hiciera con su vida privada, lo importante era que había formado un grupo capacitado para seguir al frente de la gestión.
En este contexto, el peronismo local se aferra a la buena imagen que el gobernador Axel Kicillof tiene en el distrito para poder seguir al frente del municipio. Antes de los escándalos, Kicillof no era bien recibido en el territorio que alguna vez supo comandar el mismísimo Eduardo Duhalde, y la foto con su cara brillaba por su ausencia en la profusa cartelería que promocionaba el tándem Otermín-Insaurralde para el período 2023-2027.
Eran otros tiempos, aunque no tan lejanos, en los que todavía no se hablaba del acuerdo de divorcio de Insaurralde con la conductora Jésica Cirio, de las carteras y relojes de Clérici o de las propiedades que presuntamente tiene Insaurralde a nombre de testaferros, según las innumerables denuncias judiciales y periodísticas que abundan por estos días.
El oficialismo está con la guardia baja y por eso las fuerzas opositoras apuestan a quedarse con uno de los cinco distritos más poderosos de la provincia. Milei, de la mano de Carolina Píparo, estuvo a la cabeza de una caravana que recorrió la avenida Hipólito Yrigoyen e hizo base en la plaza Grigera, frente al edificio municipal.
Ese emblemático lugar servirá de escenario este jueves para el cierre de Juntos, cuyos dirigentes esperan juntar más de 20.000 personas, ya que se movilizarán militantes de otros partidos del conurbano.
Días pasados, ya hubo un anticipo del perfil que tendrá ese acto, ya que a bordo de un barco de cartón, que llevaba el nombre del ya emblemático Bandido, un grupo de seguidores de Viñuales transitó las calles céntricas mientras una pareja que parodiaba a Insaurralde y Clérici arrojaba al aire dólares falsos con la cara del ahora infortunado político.
Las encuestas todavía dan un margen a favor de Otermín, ya que los votos perdidos se han dividido entre las opciones opositoras, pero ya nadie se arriesga a negar que por primera vez desde 1999 el peronismo puede quedarse sin uno de sus bastiones principales.