A bordo del tren conocido como "La Bestia", más de cinco mil migrantes intentaron cruzar la frontera entre México y Estados Unidos durante los últimos días, generando una situación de caos que amenaza las políticas del gobierno de Joe Biden.

Las políticas de inmigración del presidente estadounidense causaron revuelo en la oposición desde su asunción, pero los últimos meses fueron particularmente complicados para el mandatario. El último jueves, ante el Congreso en la 46ª Gala Anual del Instituto del Grupo de Legisladores Hispanos en Chicago, Biden culpó a los republicanos porque "continúan socavando nuestra seguridad fronteriza".

"Necesitamos que nuestros colegas actúen; durante décadas, la reforma migratoria ha sido bipartidista en este país. Desafortunadamente, los republicanos de MAGA en el Congreso pasaron cuatro años destruyendo el sistema de inmigración bajo mi predecesor", sostuvo el presidente.

Asimismo, reunidos en la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU, funcionarios mexicanos acordaron deportar a inmigrantes que se encuentren en las fronteras con El Paso, Eagle Pass y San Diego y realizar gestiones con distintos gobiernos americanos para que reciban a los ciudadanos.

En agosto, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos concretó 181.509 detenciones en la frontera con México, un 37% más que en julio, y esta semana llevó a cabo el arresto de ocho mil inmigrantes, con un promedio de 3.500 arrestos fronterizos diarios.