La temperatura del planeta tierra sigue subiendo y las olas de calor parecerían ser de ahora en adelante una constante para todos los continentes. Europa, que está atravesando su temporada de verano 2023, registró temperaturas altísimas y, se estima, que pase lo mismo en el hemisferio sur, que vivirá su verano en algunos meses.

Es que el termómetro europeo alcanzó registros nunca antes vistos: Cataluña tocó los 45,3°C en Figueres el 18 de junio pasado. Ese mismo día también fue el más caluroso de su historia reciente en Roma: llegó a los 42,9°C. En Italia, la mayoría de las ciudades están en alerta roja, sobre todo el sur, donde se superaron los 47°C. Con más de 44°C, Grecia enfrenta la que estiman será la ola de calor más larga de su historia.

Especialistas consultados por La Nación coincidieron en que no se pueden proyectar las temperaturas a las que llegaremos en Argentina el próximo verano en base a la ola de calor que sofoca al hemisferio norte y las primeras proyecciones locales llegarán recién en octubre con el pronóstico trimestral que publica el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

En un artículo del citado medio escrito por Lucila Marin, Natalia Louzau y Melanie Prokopiec, estimaron que la tendencia global muestra que tendremos olas de calor más frecuentes, más severas, que duren mayor cantidad de días y abarquen más zonas ya que el mundo entero está enfrentando las consecuencias de un mismo proceso: el cambio climático. 

Récords de calor y temperaturas en todo el mundo

El mes pasado se convirtió en el junio más caluroso, según el análisis de temperatura global de la NASA, pero al comenzar julio el mundo rompió el récord del día más caluroso de la historia tres veces en una semana.

El lunes 3 de julio se presentó como el día más caluroso jamás registrado a nivel mundial, cuando la temperatura global promedio alcanzó los 17,01 °C, según datos de los Centros Nacionales de Pronóstico Ambiental de Estados Unidos. El récord no duró mucho tiempo ya que al día siguiente, fue superado con 17, 18°C. El pico fue el 6 de julio cuando el promedio de temperatura de la Tierra llegó a los 17,23°C.

Se encamina de este modo, según ya advirtió la NASA, a ser el mes más caluroso que se haya registrado en la Tierra, y posiblemente en más de 100.000 años. Las olas de calor de este mes hubieran sido “prácticamente imposible en un mundo sin el cambio climático causado por el hombre”, concluyeron esta semana un grupo de científicos europeos del World Weather Attribution (WWA).

Para cada año entre 2023 y 2027 se prevé que la temperatura media mundial anual sea entre 1,1 °C y 1,8 °C superior a la media del período 1850-1900, que se utiliza como referencia, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático aseguró que por la actividad humana la temperatura media del planeta llegará a 1,5 grados más respecto a la era preindustrial entre los años 2030 y 2035. Esa proyección es válida en casi todos los escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero, por su acumulación desde hace siglo y medio.

Argentina y sus propios récords climáticos

Argentina también batió sus propios récords en la última temporada. El verano pasado atravesamos diez olas de calor, cuando lo normal es atravesar entre cuatro o cinco. Fue el más cálido del que se tienen registros en el país, según informó el SMN, que debió agregar un nuevo color en sus mapas para graficar el fenómeno extremo. También fue el más seco de los últimos 30 años.

Aunque los especialistas coinciden en que no se pueden proyectar las temperaturas para el próximo verano, señalan también que la tendencia global muestra que enfrentaremos olas de calor más frecuentes y severas, fenómeno que ya se está observando en diversas regiones del hemisferio norte, Estados Unidos, Europa y partes de Asia.

Pero también fue así nuestro último verano. El promedio de temperatura en el mes de noviembre fue 1,8 °C superior a lo esperado y el mes de enero, 1,6 °C: resultaron ser los más cálidos en 60 años de registros.

Además, por primera vez en la historia, en Buenos Aires se registraron 15 días consecutivos con temperaturas máximas por encima de los 32 °C y durante los primeros 10 días de marzo la máxima promedio fue hasta 10°C superior a lo esperado en algunas zonas del país. El otoño tampoco se quedó atrás: tuvo una temperatura promedio 1,27°C por encima de lo normal con temperaturas superiores a los 20°C que llegaron a rozar los 28°C.

(Con información de La Nación publicada en un artículo escrito por Lucila Marin, Natalia Louzau, Melanie Prokopiec)