La científica argentina elegida para la posición más importante de la Organización Meteorológica Mundial
Celeste Saulo, doctora en Ciencias de la Atmósfera, es la primera mujer en la historia en ocupar la Secretaría General y también la primera persona latinoamericana.
Recientemente se dio a conocer que Celeste Saulo, la científica argentina directora del Servicio Meteorológico Nacional, fue electa como Secretaria General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que es la posición de mayor relevancia a nivel global en materia de tiempo, clima y agua.
Saulo, doctora en Ciencias de la Atmósfera, obtuvo la mayoría de 2/3 requerida para ganar la elección, con 108 votos, frente a los candidatos de China, Suiza y Curaçao; lo que la convierte en la primera mujer en la historia en ocupar la Secretaría General y también la primera persona latinoamericana.
"Mi ambición es conducir a la OMM hacia un escenario en el que la voz de todos los Miembros sea escuchada por igual, priorizando a aquellos más vulnerables y en el que las acciones que emprenda se encuentren alineadas con las necesidades y particularidades de cada uno de ellos. En momentos en que la inequidad y el cambio climático son las mayores amenazas globales, la OMM debe contribuir a que los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos se fortalezcan para proteger a las poblaciones y sus economías, proveyendo servicios y alertas oportunos y eficaces", sostuvo.
El Servicio Meteorológico Nacional es un organismo dependiente del Ministerio de Defensa, y la candidatura de Celeste Saulo fue apoyada por el Gobierno Argentino, y presentada oficialmente ante de embajadores acreditados en el país en abril de este año, en un acto encabezado por el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Santiago Cafiero y el ministro de Defensa, Jorge Taiana.
Por otro lado, la Organización Meteorológica Mundial es el organismo de Naciones Unidas dedicado al tiempo, el clima y el agua. Está conformada por 193 Estados y territorios Miembros y actúa en el desarrollo de conocimientos técnicos y en la cooperación internacional en los ámbitos del tiempo, el clima, y el agua, así como en otras cuestiones medioambientales, contribuyendo de ese modo a la seguridad y al bienestar de todos los pueblos del mundo y a la prosperidad económica de las naciones.